Señor director del Instituto Politécnico Nacional, doctor Enrique Fernández Fassnacht, para mí es una vez más un privilegio el poder estar acompañando al señor director general de esta muy prestigiosa, extraordinaria institución de educación superior de nuestro país en una de sus instalaciones.
Muchas gracias al doctor Manuel Mondragón por estar presente, por acompañarnos en esta ceremonia inaugural de las Jornadas por la Salud en tu Escuela 2016.
Muchísimas gracias al señor director de este plantel por darnos la posibilidad de estar aquí.
Muchas gracias a la maestra María del Carmen Fernández.
A la licenciada Karina Moreno por acompañarnos.
A las y los integrantes del presídium, muchas gracias maestra por la organización y por sus palabras.
Gracias y saludo a María del Rosario Tapia, directora general de IAPA por estar acá con nosotros.
Muchas gracias a los distinguidos invitados especiales.
Y de manera muy especial a los integrantes de la comunidad politécnica, a estudiantes, a maestros y a trabajadores que el día de hoy están aquí con nosotros.
No sé cómo debo empezar, si felicitándoles porque Águilas Blancas, es lo que están pensado todos, es lo que está ahorita en la mente de todos, es la verdad. Felicidades por el triunfo de Águilas Blancas sobre el equipo de la Universidad. Por cierto, dos grandes instituciones, dos de las mayores instituciones, las dos mayores instituciones de educación superior que tiene nuestro país, las dos orgullosamente públicas, las dos orgullosamente dedicadas a cultivar la ciencia, la cultura, el espíritu, las humanidades, el arte y el deporte, y a servir a nuestros jóvenes. Felicidades a las Águilas Blancas y felicidades al Instituto Politécnico Nacional.
Quiero tomar algunos minutos y no serán muchos, de verdad, para hacer algunas consideraciones. La primera es para decir qué bueno que estamos en una institución de educación superior con jóvenes mexicanos, con jóvenes politécnicos y hablando de salud.
La salud representa muchas cosas, la salud es vida, la salud es productividad, la salud es gozo, la salud es educación, la salud es inclusión, la salud representa muchas cosas.
Y cuando estamos hablando de los jóvenes pareciera que es parte de la normalidad y, en efecto, casi siempre y por fortuna así es. Ser joven, generalmente es ser sano, pero resulta que en la salud hay (inaudible), y que se puede ser más o menos sano.
Y es en la juventud cuando se puede tener mejores niveles de salud, y es en la juventud cuando se pueden fincar los desarrollos de la edad madura, de la edad adulta, incluso de los adultos mayores.
Por eso es muy importante lo que hoy vamos a hacer, inaugurar unas jornadas que tienen que ver con dos de los grandes asuntos, con dos de los grandes igualadores sociales que tiene cualquier colectividad: la salud y la educación.
Por eso felicito al señor director, por eso felicito a la comunidad politécnica por preocuparse por la salud de sus estudiantes.
La verdad es que cuando hablamos de salud, la salud no está en las unidades de atención médicas, la salud no está en un hospital y ni siquiera en un centro de salud, en una unidad de medicina familiar.
Ahí puede generarse algo, pero normalmente uno va a una unidad de atención médica, particularmente a un hospital, cuando la salud está quebrantada, cuando se ha perdido la salud, cuando hay enfermedad.
La salud es más fácil encontrarla en casa, la salud es más fácil encontrarla en la escuela y en el sitio de trabajo y, desde ahí, desde esos lugares, podemos fomentar la salud y podemos prevenir la enfermedad.
Y esto lo podemos ver muy fácil con algo que mencionaba el doctor Enrique Fernández Fassnacht cuando nos recordaba que tenemos problemas de salud en México, derivado de los estilos de vida de nuestra población.
Estilos de vida que son desarrollados, fomentados, estimulados por muchas razones, pero estilos de vida que pueden modificarse.
Al final, si tenemos más o menos salud en buena parte va a depender de nuestros estilos de vida, es cierto que la genética juega un papel importante, pero también lo es que las condiciones sociales, ambientales y esos estilos de vida sobre los que podemos decidir cada uno de nosotros juegan un papel fundamental.
Qué comemos, qué bebemos, qué tipo de actividad física desarrollamos, qué fumamos, qué tomamos, esas cosas tan sencillas están incidiendo en la estructura de la morbilidad en el país y de la mortalidad, nos están explicando de lo que se enferma el mexicano y de lo que muere el mexicano.
Y déjenme comentarles, cerca de 96 mil 500 defunciones de las registradas en 2015, se deben a la diabetes mellitus.
Es probable, según un estudio que pronto aparecerá en una revista médica muy muy importante, un estudio hecho con investigadores mexicanos y en nuestro país, es muy probable que 34 por ciento de las muertes, cerca de 650 mil en 2015, tengan que ver directamente o indirectamente con la diabetes mellitus.
La diabetes es un padecimiento que si se detecta tempranamente se puede controlar. Es un padecimiento que incluso si evitamos que aparezca, tendrá en todo caso un curso, si llegara a presentarse, mucho más benigno, y podrán evitar las complicaciones: ceguera, amputaciones, insuficiencia renal, entre otros.
Lo mismo podría decir yo de las enfermedades cardiovasculares, cerca de 125 mil fallecimientos en 2015, debido al infarto, a la enfermedad hipertensiva y a otras enfermedades del corazón, y me puedo seguir con el tema de las enfermedades cerebrovasculares o puedo seguir con el tema del cáncer, de las neoplasias. Y todas ellas, insisto, tienen factores exógenos que forman parte de la red de la multicausalidad.
Y la experiencia y la evidencia epidemiológica, médica, clínica, biomédica, nos enseña que podemos prevenir la enfermedad o retardar sus complicaciones. Por eso, creo que lo que hoy se arrancan, que puede ser simbólico, que puede ser modesto, que puede ser pequeño, pero tienen una enorme trascendencia: hablar con los jóvenes sobre el tema de la salud, de su salud.
Hablar con ellos con toda franqueza, con toda claridad, con todos los argumentos científicos para conversar con ellos del problema que tenemos en este país, en donde uno de cada cinco nacimientos se registra en mujeres de 19 años o menores, es muy importante.
Como lo es hablar del tema de las adicciones, de los riesgos que para salud -en muchos sentidos- tienen las adicciones: el tabaco, el alcohol y otras sustancias, muchas otras.
Entonces, felicidades de nueva cuenta al señor director por tomar esta iniciativa, felicidades a toda la comunidad politécnica por iniciar estas jornadas, pero en particular, muchas felicidades a los jóvenes politécnicos, a los jóvenes estudiantes, primero porque están en una de las grandes instituciones de educación superior.
Aprovechen la oportunidad que el país, que sus familias y que ustedes mismos se están dando. Aprovechen la ocasión de estar formándose en un nivel científico, técnico, de gran categoría. Formándose dentro de principios y valores fundamentales, que se compartan en la educación superior pública de México.
Felicidades a ustedes por tener, además, la oportunidad de participar en estas jornadas que están dedicadas a ustedes, que están diseñadas para ustedes y que llevan el propósito de contribuir con los niveles de salud de ustedes.
Por todo ello y si me lo permiten, siendo las 10 de la mañana con 30 minutos del día de hoy, 7 de noviembre, es para mí un honor declarar formalmente inaugurada las Jornadas por la Salud en tu Escuela, deseándole a los organizadores y, sobre todo, a la comunidad politécnica el mayor de los éxitos en su desarrollo, lo cual, sin duda, redundará en beneficio de la comunidad y de nuestra sociedad. Que así sea.
Muchas gracias.
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