Ayer el gobierno de Veracruz tuvo oportunidad de aplicar la ley en cuanto a manifestantes que obstruyen vías de comunicación: un grupo de individuos, familiares entre sí, interrumpieron la circulación vehicular en la avenida Lázaro Cárdenas, frente a las instalaciones de la SEV, y además extorsionaban a los conductores para darles paso. Como reza el dicho: “se pusieron de a pechito” para que la autoridad cumpliera la advertencia hecha por el gobernador en su discurso de posesión del cargo sobre la libre manifestación con respeto a terceros. Los infractores durmieron en San José y ya veremos si esta acción de gobierno se mantiene como norma para evitar que se reactive el colapso citadino al que ya nos estábamos acostumbrando.