En buen número de diarios editados en la Ciudad de México se difunden los planteamientos hechos ayer por el gobernador de Veracruz Miguel Ángel Yunes Linares acerca de la grave situación financiera de su gobierno enfrenta y la manera en cómo proyecta afrontarla. Son medidas que inexorablemente afectarán a varios sectores de la administración pública y desafortunadamente se reflejarán en el contexto social. Pero parece que no hay de otra pues para cubrir los gastos más inmediatos ya hay “un déficit de más de siete mil millones de pesos, cifra casi imposible de cubrir”. Por otro lado, si bien “se contará con un área específica para investigar, sancionar y recuperar bienes adquiridos de forma corrupta por administraciones anteriores”, esa recuperación no resulta tan inmediata como serían los deseos de todos los veracruzanos. Pero por algo se empieza.