Sucede en Veracruz, como cuando al día siguiente de la gran fiesta se despierta con el malestar de la resaca y las bolsas vacías de dinero porque en la juerga irresponsablemente se gastó lo que había. De similar manera, en términos del presupuesto que antaño se destinaba a las fiestas del Carnaval de Veracruz, a la Candelaria, de Tlacotalpan y a la Cumbre Tajín, en el Totonacapan, el recurso se ha agotado, no hay dinero para subsidiarlas, dice el Secretario de Turismo. En virtud que las finanzas públicas están en estado de emergencia, las autoridades de turismo deben diseñar programas alternos junto a los prestadores de servicio que son los directamente afectados por esa crisis en su sector, no abandonar a las circunstancias el rumbo que tomarán las fiestas y tradiciones de Veracruz.