La explosión en el mercado de pirotecnia que causó decenas de muertos y heridos en Tultepec, Estado de México, evidencia el resultado de la irresponsable simulación de los políticos y la burocracia apoltronada en el presupuesto público. Apenas el 12 del mes en curso, un boletín oficial del Ayuntamiento de Tultepec, decía: “El tradicional tianguis de juguetería pirotécnica de San Pablito está considerado como el mercado de fuegos de artificios más seguro de Latinoamérica…”. Ese recinto comercial contaba con el aval del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia que es la instancia oficial para ‘dar capacitación, innovación, asesoría jurídica y supervisiones en materia pirotécnica, a fin de evitar accidentes y siniestros ocasionados por su mal manejo’. […]. El sostenimiento de ese Instituto cuesta dinero público ¿Para qué sirve?