Mal empieza la semana para quien ahorcan en lunes, dice acertado refrán aplicable en toda su extensión al caso de nuestro país, sumido en el desconcierto, el enojo social y la impotencia del gobierno para adoptar medidas alternas en beneficio de la población. Dos mensajes de un presidente en dos días sin eco alguno en la sociedad expresa el divorcio entre mandatario y mandante; no hay conexión entre ambas instancias, o al menos se está perdiendo ese vínculo tan necesario para la armonía social. Sin ser catastrofista es lamentable recordar que aún no hemos tocado el fondo de la olla, ojala nos equivoquemos.