No hay ámbito sindical, ejidal, cafetómano, académico, partidista, periodístico, burocrático, etc., en el que no se asevere que el PRI perderá la elección presidencial de 2018 a causa del gasolinazo asestado contra el bolsillo de los mexicanos. Esa premonición es derivada de los desaciertos del gobierno de Peña Nieto, de sus ofrecimientos incumplidos que ya se reflejaron en la derrota electoral de 2016 que sitúa en grave predicamento la competitividad electoral del PRI. Por tan acentuados yerros, se está fortaleciendo la opción que representa López Obrador y su Movimiento de Regeneración Nacional, única fuerza política que no ha gobernado y por tal motivo el ciudadano pudiera otorgarle el beneficio de la duda como una opción salvadora.