- El PEAN realizó la mesa redonda “Perspectivas de las relaciones México-EUA en 2017, a 70 años de la invasión norteamericana de 1847”
- Participaron Luis Fernando Granados Salinas, Barclay Key e Ignacio Sánchez Juárez
Carlos Hugo Hermida Rosales
Xalapa, Ver., 27/03/2017.- Luis Fernando Granados Salinas, integrante del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), declaró que el conflicto bélico ocurrido entre México y Estados Unidos de Norteamérica (EUA) entre 1946 y 1948, fue una guerra poco heroica y con ninguna hazaña memorable que recordar, pero que tuvo consecuencias nefastas para la nación mexicana.
El historiador participó en la mesa redonda “Perspectivas de las relaciones México-EUA en 2017, a 70 años de la invasión norteamericana de 1847”, la cual fue realizada en la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) el 22 de marzo, a iniciativa del Programa de Estudios sobre América del Norte (PEAN) de esta casa de estudio.
Este ejercicio de diálogo también contó con la presencia de Barclay Key, investigador de la University of Arkansas at Little Rock, e Ignacio Sánchez Juárez Arrieta, académico del PEAN.
Fernando Granados comentó que la guerra México-EUA la ganó este último país de milagro, y que el triunfo fue posible debido a la incompetencia de los generales mexicanos, más que a la superioridad tecnológica del ejército estadounidense, el cual fue formado de la noche a la mañana, además de que era pequeño y mal entrenado, nada que ver con la fuerza militar con que dicha nación cuenta en la actualidad.
Explicó que aunque esta guerra careció de heroísmo para las dos naciones, las cuales eran gobernadas por irresponsables y corruptos, el resultado tuvo efectos monumentales para los dos países.
“México perdió una gran parte de su territorio, mientras que EUA pudo expandirse; poco tiempo después se descubrieron los primeros yacimientos de oro en California, lo cual catapultó a los estadounidenses a convertirse en potencia mundial.”
Fernando Granados manifestó que acordarnos en el presente de que esta guerra fue ridícula y con consecuencias monumentales, debe obligarnos a pensar de una manera diferente la relación México- EUA, ya que ese país nunca fue superior al nuestro en ningún aspecto durante el conflicto.
Barclay Key comentó que este conflicto armado se originó por las ansias de expansionismo de James Polk, pese a que el congreso estadounidense hizo un comunicado oficial en 1848 que decía que la guerra con México era innecesaria y anticonstitucional; destacó que uno de los principales líderes que se opusieron a este conflicto bélico fue Abraham Lincoln.
El investigador mencionó que aunque esta guerra le permitió a E.U.A tener amplia presencia en el océano pacífico y acrecentar su territorio, dejo amplias consecuencias negativas.
“Fomentó el desarrollo de un nacionalismo arrogante, el cual exaltaba al ciudadano blanco estadounidense, además que sirvió de precedente para el intervencionismo de EUA en otros países”, enfatizó.
En tanto, Barclay Key declaró que Donald Trump representa desde el punto de vista histórico los peores hechos cometidos por EUA a través del tiempo, y que por sus actos encaja más con la descripción de un individuo nacionalista del siglo XIX.
Comentó que aunque este mandatario genera disgustos diarios a su propia población y mantiene niveles de popularidad cada vez más bajos, a fin de cuentas EUA responde el día de hoy al dinero y esto motiva el interés específico de muchas decisiones políticas.
Por su parte, Ignacio Sánchez relató que Xalapa tuvo una gran importancia histórica durante la guerra entre México y EUA del siglo XIX, ya que después de la batalla de Cerro Gordo las puertas de esta ciudad quedaron abiertas al ejército invasor, el cual llegó a instaurar un gobierno militar de índole municipal.
“Xalapa fungió entonces como un gran hospital, ya que a la ciudad llegaron a restablecer su salud un número considerable de soldados estadounidenses, quienes habían contraído la fiebre amarilla en el puerto de Veracruz”, compartió.
El docente mencionó que la capital de Veracruz sirvió al ejército estadunidense de refugio y para reponer fuerzas, para posteriormente marchar a Puebla y finalmente cayera en la Ciudad de México.