- A pesar de las críticas, son defensores de la democracia y el equilibrio de poderes, expresó en la UV Frédéric Saliba, corresponsal de Le Monde en México
- “Nos equivocamos de manera tremenda con Trump y es una lección para nosotros”, admitió
El corresponsal del diario francés Le Monde
David Sandoval Rodríguez
Xalapa, Ver., 11/02/2017.- Ejercer el periodismo en México, y en particular en Veracruz, es un acto de heroísmo en defensa del derecho a la libertad de expresión, recalcó Frédéric Saliba, corresponsal en México del diario francés Le Monde, durante su visita a la Universidad Veracruzana (UV) en el marco de la Segunda Cátedra Franco-Mexicana.
En la presentación de su libro Les Mexicains passionnels en el Auditorio “Jesús Morales Fernández” de la Unidad de Humanidades, el reportero manifestó que “ser un periodista en Veracruz es ser un héroe y esto lo tienen que ver ustedes, porque si no lo ven no impacta.”
Al compartir que ha escuchado muchas críticas hacia los periodistas mexicanos, expresó que para él éstos “son realmente defensores de la democracia” porque realizan su labor por salarios muy bajos y en condiciones complicadas, lo cual evidencia que el problema es estructural.
Señaló que ser corresponsal de un medio internacional conlleva una gran responsabilidad, por ello cuando se trabaja en las entidades lo primero que se hace es contactar a los colegas locales pues son quienes tienen la información; el problema surge si ellos van a ser amenazados por algo que publique el corresponsal, lo cual ─en su experiencia─ es un hecho inédito en el trabajo periodístico.
Asimismo, planteó que es el propio Estado el que permite condiciones en las que no es posible garantizar la seguridad de los periodistas, incluso existe un mecanismo de protección a periodistas implementado desde 2012 que en realidad no es efectivo. Sin embargo, hay quienes a pesar de los obstáculos siguen reporteando,
“El problema más complicado en México no es hablar del narcotráfico, no es hablar del gobierno, sino hablar de la relación entre ambos, es un tabú; y el problema de la libertad de expresión es que ésta no existe.”
Aunado a lo anterior, la verdadera preocupación radica en la impunidad, porque “estamos en un mundo en el que matar a un periodista no cuesta nada, no hay investigación y esto conlleva a que no tengamos la libertad de expresión protegida por el Estado, por ello los periodistas se han organizado por su cuenta, como sucede con la asociación ‘Periodistas de a pie’ ”.
Desde su perspectiva, la presión no debería recaer en un periodista que gana cinco o seis mil pesos al mes, que trabaja 15 horas al día, incluidos los domingos, sino en los poderes y sus decisiones.
“Si una persona que está en la precariedad tiene que tomar todos los riesgos que atentan contra su propia vida, estoy seguro que no va a denunciar porque si lo hace, va a morir, por eso es una responsabilidad de todos, mía también, porque si no escribo un artículo sobre (el fotógrafo) Rubén Espinosa, no hago mi chamba.”
Recordó que la libertad de expresión es un espacio al que todos los poderes fácticos “le quieren comer un pedazo siempre” y se debe proteger con una lucha diaria, también en Francia, con la diferencia de que no se arriesga la vida. “Si dejamos que se coman este espacio, recuperarlo será difícil, hay que seguir avanzando sin detenernos, es una lucha diaria que nos responsabiliza a todos”, dijo.
Frédéric Saliba recalcó que se debe agradecer la labor del periodista local, porque “hay que comprender que existen niveles: el corresponsal está protegido por su condición, aunque es una protección simbólica, porque si le ocurre algo serán los ojos del mundo que estarán pendientes y los inversionistas extranjeros dejarán el país”.
Por otro lado, el periodista de la capital del país tiene una forma de protección que se basa precisamente en su lugar de residencia ─aunque hay un antes y un después, con el asesinato del fotógrafo Rubén Espinosa─ pero es el periodista de provincia quien vive en una condición de riesgo.
“Lo que quiero decir es que como corresponsal puedo trabajar con el periodista local, es mi fuente porque sabe muchísimas cosas, el problema es que no tiene apoyo cuando surgen las dificultades, cuando surge una amenaza está solo, no tiene apoyo y lo necesita de parte de la población, es fundamental.”
En ese sentido, opinó que comprar diarios es una manera de contribuir a que los periodistas tengan un salario digno y a que se respete la libertad de expresión.
Trump implica un cambio para México y el periodismo
El corresponsal francés observó que con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) se ha generado una problemática enorme porque la relación con México es de “amor-odio” y está cambiando hacia un efecto negativo que puede convertirse en positivo a largo plazo.
Describió que el principal conflicto con EEUU es el narcotráfico, porque es el principal consumidor mundial de drogas. Pero si no hubiera demanda, no habría producción en México, donde el narcotráfico sólo es uno de los 24 sectores en el que incide el crimen organizado; algunos especialistas lo califican como el principal sector productivo con un ingreso estimado entre los 35 mil y 40 mil millones de dólares al año, superando al petróleo y las remesas del extranjero.
La paradoja radica en que esto comenzó, al parecer, con la transición democrática del poder, cuando el partido dominante dejó de ejercer un poder fáctico en las gubernaturas y el crimen organizado se infiltró en las estructuras de poder locales y estatales.
A este problema se suma la discusión actual dentro del Congreso Federal respecto a una ley que legitima la presencia del ejército en las calles y los derechos individuales podrían ser modificados, posibilitando su actuación en temas ajenos al crimen organizado como las manifestaciones.
Frédéric Saliba puntualizó que “la mexicanidad es la fuerza de México, es decir, ante el desafío que representa la presidencia de Trump, lo que los mexicanos tienen para defenderse es su propia cultura y tendrán que mirar mucho más hacia el sur, así podrían ocupar un lugar muy importante en Latinoamérica a partir de su orgullo y su fuerza cultural”.
Para lograrlo será necesario cambiar un modelo económico que estuvo orientado completamente al país del norte y fomentar el mercado interno, porque el 53 por ciento de los mexicanos son pobres y no consumen los productos elaborados en el país; probablemente no se verán cambios favorables en el corto plazo, pero a la larga se puede convertir en una relación beneficiosa con los países de la región.
Respecto al papel que han jugado los medios de comunicación durante la campaña y la victoria de Donald Trump, reconoció que “los periodistas somos ciudadanos como cualquier otro y nos dejamos influir; yo había preparado un artículo con la victoria de Hillary Clinton, y me costó una hora aceptarlo; a decir verdad me marcaron de París y me preguntaron por mi artículo, que todavía no estaba escrito. Hay resistencias a aceptar la realidad también, nos equivocamos de manera tremenda con Trump y es una lección para nosotros que no percibimos cómo actuó la población”.
Refirió que en EEUU el periodista proviene de la clase alta, a diferencia de Francia o México, que provienen de la clase media o media baja, lo que también influye en sus percepciones.
Los medios de ese país estaban tan seguros de que Trump no iba a ganar porque pertenecen a la clase alta y rechazaron lo que aprueban los estadounidenses de las clases populares.
Trump entendió que dar una entrevista a Fox News o CBS tendría poco impacto, pero en Twitter, con 140 caracteres se vuelve mundial y se publica directamente, llegando a todos los usuarios de la aplicación.
“Él nos manejó, nosotros no manejamos a Trump, entendió que funciona acusando a los medios y es verdad, el hombre choca y sorprende a todos, pero supongo que en algún momento también nos va a cansar.”
Explicó que en Francia el periodista es uno de los más odiados por la población porque ésta cree que él es parte del poder; comentó que esto es verdad en el caso de los jefes de los medios, mas con los reporteros no es así. Algo similar ocurrió con la campaña de Hillary Clinton y al considerar a los medios como parte del Establishment se produjo un rechazo.
“Hay algo que entender sobre Trump: la gente que responde las encuestas no quería responder, los electores que votaron por él no lo decían, entonces el periodista hizo su trabajo y dijo que iba a perder, pero no fue así porque hay un rechazo general en Estados Unidos para esta élite de televisión, de medios de comunicación y periodistas que son parte del sistema.”
En México también se percibe que existe una mala comunicación entre el periodista y la población; por ejemplo, cuando Carmen Aristegui o Proceso publican una nota, las personas no creen lo que leen, “hay un problema porque lo comunican mal pero hay también un problema con la población porque no entendió muy bien el lugar que ocupamos nosotros, Donald Trump ganó por eso, actuó en consecuencia”.
El reportero explicó que “su estrategia es poner en duda el trabajo de las agencias de noticias o de los periodistas para que la población deje de leer y deje de escuchar y nos quedemos con un tweet de 140 caracteres, esto es un peligro enorme y todos lo pensamos ahora en los debates que se generan dentro del gremio periodístico, sabemos como nos va a despreciar el hombre porque pondrá en duda todo”.
En Francia habrá elecciones presidenciales en abril y el partido de extrema derecha encabezado por Marine Le Pen está creciendo; esto significa que Trump no tiene incidencia sólo en EEUU, su influencia es mundial.
“Si en mi país Marine Le Pen llegara a la presidencia sería el mismo mensaje que Trump: los medios son corruptos y forman parte del poder; esto nos afecta porque no ven la labor periodística que hacemos y que consiste solamente en equilibrar los poderes. No hay que creer a todos los que opinan, especialmente a los legisladores o candidatos a una elección.”
Para contrarrestar esta postura, en su periódico cuentan con una sección llamada “Les décodeurs” donde se analizan las declaraciones de los funcionarios y de los políticos; si alguien declara que creó un millón de empleos, un equipo de investigación confirma si el dato es verdadero, lo analiza para los lectores, especificando qué tipo de empleo es, a quiénes benefició y cuáles son sus implicaciones en su contexto.
“Esto pone en un predicamento a los políticos, están perdidos y les da pánico porque lo difundimos en las redes sociales, esto es la democracia y nuestro papel es verificar lo que dicen los poderosos”, aseveró.
La Segunda Cátedra Franco-Mexicana fue organizada por Licenciatura en Lengua Francesa de la UV, El Colegio de Veracruz y la Alianza Francesa de Xalapa.