Es impresionante ver cómo la falta de vocación de servicio de nuestros gobernantes, así como su discurso demagógico dirigido a quien menos oportunidades educativas han tenido en nuestro país, hacia quienes conforman la población más vulnerable al engaño particularmente en nuestro estado, empiezan a permear en algunos de quienes pretenden dirigir la máxima casa de estudios de Veracruz.
En algunos casos, los programas de trabajo no hacen honor a la inteligencia de los universitarios y lo que también nos impresiona es que nadie ha hecho públicas sus reflexiones, con base en un análisis de contenido.
Por ello, mostraremos ejemplos de afirmaciones que se encuentran en uno de los planes de trabajo propuestos, y que pueden hasta producir una gran preocupación con respecto a la posibilidad de que personas con este limitado conocimiento, consideren seriamente que cuentan con la formación y el juicio suficiente para coordinar el esfuerzo de los distinguidos universitarios.
Veamos algunos ejemplos representativos de afirmaciones, seguidas de comentarios no del tipo demagógico, sino sustentado.
Con el debido respeto a todos los aspirantes, no es una ofensa para nadie el hacer público que los universitarios no podemos ser engañados, sino que debemos ser convencidos, con argumentos válidos y no con palabras y frases que atentan contra la inteligencia.
Afirmación 1. “Garantizar la permanencia y la formación de los estudiantes ”
Comentarios :
La permanencia no puede garantizarse en modo alguno. A lo más puede fomentarse, promoverse, apoyarse etc., pero nunca garantizarse. Bueno sería que eso fuese posible.
Cabe señalar que según Fonseca y García (2016), ” el concepto de «permanencia» en los estudios universitarios posee un significado compartido por la literatura, asociándolo a la acción de finalizar un programa formativo, lo que en algunas naciones se conoce como retención.” (Permanencia y Abandono de estudios en estudiantes universitarios. Revista de la Educación Superior. Volume 45, Issue 179, July–September 2016, Pages 25-39)
Como vemos, “garantizar” la finalización de un programa, no es posible.
Por otra parte la formación de los estudiantes es resultado de la interacción con su entorno y las experiencias a las que se enfrentan en el transcurso de su vida. Lo que en realidad debe buscarse es una formación que integre los conocimientos adquiridos en las aulas universitarias a su vida, y que éstos les sean de utilidad con base en valores que la universidad promueve.
Afirmación 2. “Muchos de nuestros aspirantes llegan con escasos conocimientos (15% del total de quienes se inscriben contestó menos de 50% de las preguntas del examen de ingreso) y, paradójicamente, un significativo número de aspirantes con notas altas no alcanza inscripción porque solicita ingreso a carreras muy competidas.
Comentarios:
Primeramente, debe ser del conocimiento público, que los instrumentos como el referido examen de ingreso, requieren de propiedades específicas que se establecen en su construcción. Por ejemplo, el instrumento está calibrado deliberadamente, para que el promedio de respuestas correctas entre el conjunto de todos los sustentantes, sea del 50%. Esto es un aspecto simple de explicar: si el instrumento es demasiado fácil, casi todos los sustentantes obtendrían altos puntajes, mientras que si fuera muy difícil, casi todos obtendrían bajos puntajes. Por ello, se utiliza el 50%, no por capricho.
El hecho de que “un significativo número de aspirantes con notas altas” (sic) no alcance inscripción, no es una paradoja. Es un resultado lógico de la diferencia entre solicitar ingreso a carreras de alta demanda, y aquellas donde la demanda es muy baja.
La paradoja la constituye la interpretación errónea de este hecho, no el hecho mismo.
Ahora bien, si un 15% del total de quienes se inscriben contestó menos del 50%, que se percibe en la redacción como no deseable, es en realidad un indicador positivo, pues hay un efecto de selección; esto significa, en palabras del aspirante, que esa mitad de alumnos que obtuvieron un puntaje menor a 50% de aciertos, conforma sólo 15% de la inscripción total. La pregunta interesante sería ¿Debe haber un puntaje mínimo para permitir el ingreso a un aspirante, a pesar de que existan lugares disponibles?… En una institución pública, eso debe valorarse con sumo cuidado.
Resumiendo el párrafo anterior, según nos dice el aspirante a Rector, el 85% de los que ingresan a la Universidad Veracruzana, es por haber obtenido un puntaje mayor al promedio (que es, por construcción, del 50%). ¿Esto no es acaso un indicador de que el efecto de selección es positivo?
Especial atención, por ser quizás, un asunto de redacción pero que reviste primordial importancia en términos de lo que está en juego al elegir un Rector o Rectora, la afirmación ” contestó menos de 50% de las preguntas del examen de ingreso” nos lleva a reflexionar sobre lo siguiente:
¿Contestó sólo menos de la mitad de las preguntas del examen de ingreso, independientemente de que sus respuestas hayan sido todas correctas o incorrectas?
Quizás lo que se desea decir es que contestó correctamente menos de la mitad de las preguntas del examen.
Es razonable suponer que los expertos en educación, saben perfectamente que no es lo mismo afirmar que alguien contestó 100 preguntas, a que alguien contestó 100 preguntas correctamente.
En resumen, aquí el asunto es que el porcentaje de preguntas, cualquiera que este sea, debe referirse a preguntas contestadas correctamente y no simplemente “contestadas” pues algunos podrían haber contestado el 100% y obtener menos del 50% de respuestas correctas.
Afirmación 3. “Si queremos fortalecer el desempeño de los estudiantes, lograr mejores resultados e incrementar la permanencia, es preciso realizar esfuerzos para ofrecer mejores condiciones a quienes más lo necesitan, además de fomentar su acceso a la cultura y la salud.”
Afirmación 4. “Ello permitirá formar profesionistas que desde su campo disciplinar sean ciudadanos sensibles y capaces de atender las problemáticas de su entorno, y contribuyan a la transformación social”
Comentarios:
Los académicos, que cuentan con una sólida formación científica, pueden preguntarse si esta afirmación resulta o no bastante aventurada, pues difícil parece determinar que la afirmación 4, se sigue de la afirmación 3. Si fuera el caso, agradecería nos hicieran llegar la descripción sustentada de dicha relación.
Formulando la pregunta de otra manera:
“realizar esfuerzos para ofrecer mejores condiciones a quienes más lo necesitan, además de fomentar su acceso a la cultura y la salud.” (A), ¿ implica el “fortalecimiento del desempeño de los estudiantes, lograr mejores resultados e incrementar la permanencia” ? (B) y a su vez , ésto último ¿ ” permitirá formar profesionistas que desde su campo disciplinar sean ciudadanos sensibles y capaces de atender las problemáticas de su entorno, y contribuyan a la transformación social”? (C)
A menos que haya comprendido mal lo que está ahí redactado ( y de muy buena gana quisiera que así fuera) , la lógica detrás de él es la siguiente:
Si A implica B y B implica C, luego A implica C. De lo anterior se seguiría entonces que
“realizar esfuerzos para ofrecer mejores condiciones a quienes más lo necesitan, además de fomentar su acceso a la cultura y la salud” implica “formar profesionistas que desde su campo disciplinar sean ciudadanos sensibles y capaces de atender las problemáticas de su entorno, y contribuyan a la transformación social”, lo cual difícilmente parece creíble.
Esto me recuerda que un razonamiento lógico correcto, puede llevar a conclusiones incorrectas si se aceptan afirmaciones (premisas) falsas, como el ejemplo clásico de silogismo:
a). “Todos los hombres son pizzas” (premisa mayor)
b). “Juan es un hombre”(premisa menor)
c). Luego, “Juan es una pizza”. (Conclusión)
Aunque el razonamiento lógico es correcto, la conclusión es falsa al serlo la premisa mayor.
Del documento, se derivan cuando menos, quince casos similares a los aquí descritos, pero sería mucho pedir la paciencia del lector interesado en este importante proceso universitario. Sirvan tan sólo 4 afirmaciones para la invitar a la reflexión.
No es suficiente con redactar un texto con buenas intenciones, sino que es necesario sustentar lo que se afirma y explicar la manera en que se propone hacerlo ya que de otra manera, cualquier texto se convierte en demagogia pura, que tanto daño ha hecho ya a los veracruzanos.
Para esto sirve la educación universitaria, no tan sólo para ampliar nuestras oportunidades de obtener un empleo, sino para formarnos críticamente y no permitir los engaños.
comentarios: editor@veracruz.ws