Y mientras está en juego el destino del Estado Mexicano, cuyo gobierno en sus tres niveles no alcanza a proporcionarle seguridad a la población, y la balanza parece inclinarse hacia los grupos delincuenciales, en la entidad veracruzana los señores diputados (esto incluye a las señoras) mantienen una enjundiosa reyerta para adueñarse del control político y del manejo presupuestal, ya se conocen los propósitos. Menos mal que al periodo de la actual legislatura le  queda solo un año de ejercicio, pues sin duda ha sido después de la bochornosa actuación de su antecesora, la más acabada decepción ciudadana, pues ha demostrado que pluralidad no es sinónimo ni de honestidad ni de eficacia.