Dentro de una semana concluye el periodo llamado de precampaña para quienes aspiran a gobernarnos y a representarnos, toda una pléyade de mexicanos hipotéticamente dispuestos para servirnos y sacar adelante al país; habrá algunos que cubran ese perfil, pero son contados porque la gran mayoría forman legión de gente preocupada por seguir en la nómina oficial. Son los “políticos” cuyo único propósito es sobrevivir simulando servir a los demás. Estar reflexión deriva de la experiencia histórica de México, es alimentada por la firme convicción de que algún día, quizás el primero de julio próximo, la ciudadanía mexicana escogerá a los mejores y no se irá con las fintas del buen hablar, de la obsequiosa sonrisa y el canto de las sirenas.