Para Ricardo Anaya la semana pasada y aun la que ahora inicia están resultando de pesadilla y constituyen un fuerte golpe a su aspiración a la presidencia de la república; ya de por sí es de dudosos efectos positivos la alianza con el PRD para que la acusación de enriquecimiento ilícito no le pese. De aquella expresión “es de risa” que usó para referirse a la acusación en su contra ya nada queda, excepto un amargo sabor de boca y puntos menos en la apreciación ciudadana. Para colmo, la entrada al ruedo de Margarita Zavala será un peso adicional, y no es cualquier cosa porque la señora es gente de sólidos argumentos que le harán más que cosquillas en el curso de la campaña.