En Excélsior, Jorge Fernández Menéndez, escribe: Las pugnas internas generadas por la postulación de Mancera en el número dos de la lista de plurinominales, la desconfianza de Mancera sobre el apoyo de Anaya a su candidatura, las acusaciones ya nada mediáticas sino ministeriales sobre lavado de dinero “es la tormenta perfecta que tiene que enfrentar Anaya: una demanda por corrupción y lavado de dinero seria, en tribunales y con repercusiones internacionales; la inevitable lucha entre su propio electorado ante la aparición en la boleta de Margarita Zavala; y la creciente distancia con uno de los principales, sino es el principal, de sus aliados perredistas en el Frente. Si logra salir de la tormenta tendrá posibilidades, sino será arrastrado por ella”.