Ciertamente, son elevados los niveles de inseguridad en la entidad veracruzana pues la percepción de peligro alcanza dramáticos extremos en ciudades como Coatzacoalcos y Córdoba, entre otras. Es lamentable que esto ocurra en Veracruz, a tal extremo que ya olvidamos los placenteros tiempos de antaño; pero ese pesado fardo no debe impedir reconocer cuando el gobierno se anota puntos contra la delincuencia, y no son pocos, pues a diferencia del duartismo ahora existe empeño, voluntad y organización para dar la pelea. Le ha pesado mucho al gobernador Yunes Linares su ofrecimiento de campaña de resolver en seis meses el problema de la inseguridad, pero sin duda hay avances en ese ramo y no está por demás reconocerlo.