- En su nuevo libro El estudio científico de la conducta individual: una introducción a la teoría de la psicología, el académico replantea el objeto de estudio de esta disciplina
Emilio Ribes y Alejandro León durante la presentación en el MAX
David Sandoval Rodríguez
25/05/18, Xalapa, Ver.- Lo psicológico está en las prácticas del lenguaje ordinario y no en el individuo, expresó Emilio Ribes Iñesta, investigador emérito nacional y miembro del Centro de Estudios e Investigaciones en Conocimiento y Aprendizaje Humano (CEICAH) de la Universidad Veracruzana (UV).
Así lo planteó al presentar su libro más reciente, El estudio científico de la conducta individual: una introducción a la teoría de la psicología, en el Auditorio “Alfonso Medellín Zenil” del Museo de Antropología de Xalapa (MAX), el viernes 25 de mayo.
“Los términos que describen los fenómenos psicológicos forman parte de los episodios del lenguaje ordinario y que los psicólogos hemos descontextualizado, abstraído de su condición de ocurrencia y los hemos modificado como si fueran procesos en sí”, advirtió el especialista.
Compartió que comenzó su elaboración como una versión revisada del libro Teoría de la conducta, redactado en colaboración con Francisco López y publicado en 1985.
Dijo que hay una lógica y un punto de vista sistemático que se puede identificar en el libro, “pero hay algo que siempre va más atrás y tiene que ver con la historia personal de quien lo escribe”.
Ribes Iñesta compartió que trata de ser coherente, “el problema de la coherencia es algo que heredé de mi tradición familiar: mi padre me enseñó a ser coherente entre mis prácticas de vida, mis creencias, mis formas de ser y es algo que me ha acompañado durante todo el tiempo”.
En ese sentido agregó: “Nunca he parado de cuestionarme si lo que hago es coherente en todos los sentidos en que debiera serlo; mi tesis de licenciatura quizá sea el primer intento de buscar articular una psicología que tenga algún sentido y así he ido pasando los años”.
A partir de las preguntas que le plantean los estudiantes dijo que aprende “a ver las fallas que tienen mis maneras de ver la psicología y cómo puedo, a pesar de la condición histórica de nuestra disciplina, construir una psicología que para mí sea coherente”.
Señaló que el eclecticismo es bueno en la moda, pero en ciencia es un pecado capital y lamentablemente la psicología no ha cambiado, ha cambiado su muestrario de eclecticismo.
Recalcó que la única forma de buscar un sistema coherente es escribiendo porque “sólo cuando escribes vas construyendo los conceptos apropiados, sólo cuando interactúas lingüísticamente con tu práctica es la manera en que se puede ir corrigiendo esa práctica”.
El autor dijo que “este libro ha sido muy especial” porque empezó de una manera y acabó de otra; inició con el propósito de dar una versión didáctica de la teoría de la conducta descrita por Francisco López y con el tiempo se dio cuenta que el libro resultante era “pesado conceptualmente”.
En 30 años de trabajar con el libro Teoría de la conducta como instrumento para evaluar nuevos problemas, se dio cuenta que había cosas difíciles de entender todavía.
En 2007 hizo un primer esbozo de su nueva obra, pero no comenzó a escribirlo sino hasta 2015, a partir de tres cambios radicales: entender qué es un análisis de campo a partir de su contacto con un estudiante matemático, Hugo Palacios, con quien trabajó análisis dinámico no lineal.
El segundo cambio, fue su familiarización con la forma de plantear preguntas de Ludwig Wittgenstein y reconocer que “en última instancia todo aquello que llamamos fenómenos psicológicos son un segmento de los fenómenos cotidianos del lenguaje ordinario”.
El tercer cambio, se originó en sus preocupaciones educativas, cuando comenzó a trabajar en la posibilidad de hacer una licenciatura de psicología dependiente del CEICAH enfocada en las ciencias del comportamiento.
Para ello escribió un artículo donde analizaba las diversas etapas de desarrollo de lenguaje técnico al construir una ciencia que se convertiría en un elemento de la obra.
“Trato asuntos que nunca había tratado: cambio el objeto de estudio de la psicología, no es la conducta, así de sencillo; la psicología lo que estudia es un segmento de las prácticas del lenguaje ordinario.”
Por su parte, Alejandro León Maldonado, investigador del CEICAH, señaló que la publicación “dota de una teoría, de una visión sinóptica que posibilita descripciones y comparaciones que ubican aquello que nos produce perplejidad en un contexto en el que podemos verlo perspicuamente, haciéndonos el universo de lo psicológico, inteligible”.