Durante toda su campaña AMLO ha empleado un discurso triunfalista en Veracruz, haciendo a un lado la competencia electoral local y el historial de elecciones del Estado. Veracruz no es totalmente priista, ni enteramente panista, tampoco morenista, es el escenario donde la competencia electoral es intensa y nada hay seguro para los candidatos de las tres fuerzas en contienda. Quien asegure un triunfo adelantado para Pepe, Miguel Ángel o Cuitláhuac simplemente estará blofeando. El propio López Obrador, ya en la cercanía de la jornada electoral, habla de defender un hipotético triunfo electoral “si hay fraude”. Sabe que entre el discurso y la realidad hay un tramo en el cual caben todas las posibilidades, incluyendo aquellas aparentemente no tomadas en cuenta durante la campaña.