La presencia de Nicolás Maduro en la Ceremonia de transmisión del Poder Ejecutivo el próximo 1 de diciembre habrá provocado una intensa labor de cabildeo de Ebrard y los coordinadores de las fracciones legislativas del Congreso de la Federación para atemperar los ánimos durante ese trascendental evento, sobre todo con la fracción panista que se muestra hiperactiva contra la visita a México del mandatario venezolano. Son gajes del oficio político a cuya atención deberán aplicar todo el tacto político que se requiere, pues un abucheo, merecido, por cierto, contra el venezolano restaría reflectores a lo que el presidente de la Cámara, Porfirio Muñoz Ledo, ha calificado, como un “suceso histórico” de México