Hace algunos años, el ya fallecido periodista José Luis González, acuñó la elocuente advocación: “la devaluación de los valores es peor que la devaluación del peso”, ingeniosa frase por todo lo que socialmente implica. Algo semejante proclama la Arquidiócesis de Xalapa cuando refiere la dinámica actividad legislativa de la 4T que impulsa para trastocar valores e instituciones “¿Qué necesidad hay de enrarecer el ambiente y de estar confrontando a la sociedad con asuntos que nos dividen?”, en vez de aplicarnos a la reconstrucción del tejido social”. Señala con convicción: No es conveniente “apagar las diversas voces que contribuyen en la construcción de la sociedad”, “de seguir así con estas propuestas, se confirmará el adagio de que no todas las transformaciones son buenas…”. Es un aviso a tiempo, cuya importancia radica en que proviene de un poder factico de indiscutible influencia en México