La OCDE, el Banco de México, la Secretaría de Hacienda y los analistas del tema económico fluctúan su pronóstico de crecimiento económico de México para el año en curso, de entre 1,5 y 2.5 a otro de 1.1 y 2.1 por ciento, es un diagnóstico basado en la información que otorgan los parámetros económicos. Sin embargo, el presidente López Obrador considera que Hacienda da un “estimado prudente, conservador…” y, sobre apuesta, asegura que el país crecerá 2 por ciento y para 2020 pronostica un 3 por ciento. Si alguien preguntara a López Obrador en que fundamenta su proyección quizás conteste lo de costumbre “yo tengo otra información”. ¿Usted, a quién confiaría su fe? Lo malo de esto es que no se resuelve con una consulta al pueblo sabio a mano alzada, sino al frío dictado de la economía.