Este año, hoy 10 de abril, se cumplen cien años del asesinato del líder agrario Emiliano Zapata, razón por la cual el presidente López Obrador decretó la conmemoración referida. Dice Milenio en interesante reportaje que Jesús Guajardo tendió la trampa a Emiliano Zapata. Todo se debió a la carta del 17 de marzo, del Caudillo del Sur al presidente Carranza en la que pide renuncie al cargo, “constituye para muchos un acto de insolencia política por la crítica al régimen, pero también por el tono”: “con el derecho que me da mi rebeldía de nueve años siempre encabezando huestes formadas por indígenas y por campesinos; voy a dirigirme a usted, C. Carranza, por vez primera y última”:  “Usted gobierna saliéndose de los límites fijados al Ejecutivo por la Constitución: usted no necesita de presupuestos aprobados por las Cámaras; usted establece y deroga impuestos y aranceles; usted usa de facultades discrecionales en Guerra, en Hacienda y en Gobernación; usted da consignas, impone gobernadores y diputados, se niega a informar a las Cámaras; protege al pretorianismo y ha instaurado en el país, desde el comienzo de la era “constitucional” hasta la fecha, una mezcla híbrida de gobierno militar y de gobierno civil, que de civil no tiene más que el nombre”… “Nadie cree ya en usted, ni en sus dotes de pacificador, ni en sus tamaños como político y como gobernante”.10. “Es tiempo de retirarse, es tiempo de dejar el puesto a hombres más hábiles y más honrados”. En esos tiempos, ¿Qué presidente omitiría la respuesta correspondiente?