Lanzamiento del Informe de la Comisión de Alto Nivel Salud Universal en el Siglo XXI, 40 años de Alma–Alta

10 abril, 2019 ·

El presidente, Andrés Manuel López Obrador, con Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos, y Jorge Alcocer, titular de la Secretaría de Salud.

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, con Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos, y Jorge Alcocer, titular de la Secretaría de Salud.

Diversas intervenciones durante el acto realizado en Palacio Nacional.

MODERADOR: Preside esta ceremonia de inauguración del lanzamiento del Informe de la Comisión de Alto Nivel, Salud Universal en el Siglo XXI, 40 años de Alma- Ata, el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador.

Lo acompañan la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, doctora Michelle Bachelet.

El secretario de Relaciones Exteriores, licenciado Marcelo Ebrard Casaubon.

El secretario de Salud, doctor Jorge Alcocer Varela.

La directora de la Organización Panamericana de Salud, doctora Carissa Etienne.

El secretario general adjunto de la Organización de los Estados Americanos, embajador Néstor Méndez.

El representante permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas, embajador Juan Ramón de la Fuente.

El secretario del Consejo de Salubridad General de la Secretaría de Salud, doctor José Ignacio Santos Preciado.

El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, licenciado Germán Martínez Cázares.

El director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, maestro Luis Antonio Ramírez Pineda.

Asimismo, agradecemos también la distinguida presencia de ministras y ministros de salud, de los representantes de alto nivel de la región de las Américas y de los integrantes del gabinete del Gobierno de México.

Saludamos con el mismo agrado a los miembros de la Comisión de Alto Nivel de la OPS, a los miembros del cuerpo diplomático acreditado en México, a los representantes de organismos internacionales y de organizaciones de la sociedad civil, a los medios de comunicación y a todos ustedes que hoy nos acompañan.

Damas y caballeros, sean bienvenidos.

Para iniciar este acto hace uso de la palabra el licenciado Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores.

MARCELO EBRARD CASAUBÓN, SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES:Con su permiso, señor presidente.

Doctora Michelle Bachelet, es un honor que nos acompañe el día de hoy.

Muy destacados y distinguidos representantes presentes el día de hoy en este evento.

Embajadoras, embajadores, gracias por acompañarnos.

Señoras y señores secretarios, señoras y señores directores de la Organización Panamericana de la Salud y de las diversas instituciones que hoy se congregan aquí, en Palacio Nacional.

De manera muy breve, darles la más cordial bienvenida, agradecer su presencia, su interés y subrayar la coincidencia que nos une, que nos acerca a los pueblos de América, a nuestra Organización Panamericana de la Salud.

En un momento más, en el desarrollo de este evento, del programa que tenemos, vamos a poder subrayar y coincidir en lo que nos interesa, que es la importancia de la salud como el derecho número uno, el derecho humano primordial que tenemos que proteger, que tenemos que promover y que nos compromete.

Nos ha pedido el presidente de la República -y por esa es la explicación de la presencia de una buena parte del gabinete del gobierno de México-, que le demos a la salud ese rango, que le demos al sistema de salud el rango de principal instrumento de cambio social y de protección de los derechos humanos en México.

Les damos la más cordial bienvenida, les agradecemos su presencia el día de hoy y subrayo de nueva cuenta la presencia de la alta comisionada para los Derechos Humanos en este evento, la doctora Michelle Bachelet.

Muchas gracias a todas y a todos y enhorabuena.

MODERADOR: A continuación, escucharemos la participación de la doctora Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud.

CARISSA ETIENNE, DIRECTORA DE LA ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD (INTERPRETACIÓN INGLÉS-ESPAÑOL): Su excelencia, presidente Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

Secretario canciller de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

Secretario de Salud, doctor Alcocer.

Y también para la alta comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, señora Bachelet.

Embajador Néstor Méndez, secretario General de la OEA y copresidente de la Comisión de Alto Nivel.

Honorables ministros de Salud y viceministros de Salud, también de estados de la Organización Panamericana de la Salud.

Representantes, delegados, amigos y colegas.

Permítanme iniciar agradeciéndole al presidente López Obrador por aceptar, organizar y tenernos aquí en esta reunión, así como por su compromiso para dirigir los esfuerzos de esta región hacia el 2019 de todo lo que se ha planteado en la Asamblea General.

Y aquí estamos en una coyuntura. Es solamente a través del liderazgo y compromiso fuertes y contundentes que podemos impulsar los cambios necesarios para asegurarnos que todo mundo en todos lados tenga acceso a los sistemas de salud.

Señoras y señores:

Hoy estamos aquí para reafirmar, una vez más reafirmamos que la salud no es un privilegio, ni siquiera es un producto o algo que podamos manejar como un objeto, es un derecho fundamental.

Estamos aquí para reafirmar nuestro compromiso con los valores y principios de todo lo que tiene que ver con la atención primaria de la salud.

Aquí, en este siglo, estamos en el siglo XXI, con todos estos avances, conocimientos y riquezas, es inaceptable totalmente que millones no tengan acceso a estos servicios de salud íntegros.

Es por esta razón, señoras y señores, que estoy aquí, felicitando, estoy aplaudiendo a su excelencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador, por su decisión de llevar a cabo transformaciones profundas del sistema de salud en México y de otras instituciones, también de la atención a la salud en México, con miras a asegurarnos que haya salud para todos, salud universal y que esto sea una realidad aquí, en este país de México.

Su excelencia.

Por favor, puede usted estar seguro que tiene usted el apoyo y el compromiso de la OPS. No es un camino fácil, habrá muchísimos altibajos y esto es cierto para todo lo que se da en el mundo; pero le quiero asegurar, señor presidente, que sí hay luz al final del túnel. La salud universal no es un sueño imposible, la salud universal es lograble, factible, es necesario y es lo correcto que debemos todos hacer.

Hoy estamos también aquí en México para poder nosotros observar el Día Internacional de la Salud 2019. Este día se estableció hace más de 70 años para conmemorar la formación de la Organización Mundial de la Salud y para instar a los gobiernos, organizaciones y empresas a contribuir a la salud para un futuro mejor para nuestros pueblos.

Aquí estamos, entonces, estamos dentro de las Américas y estamos aquí con el lema ‘Salud universal para todos, en todos lados’.

Hemos escogido el lanzamiento del Informe sobre Salud Universal en el siglo XXI, para que sea entonces la actividad regional central para la OPS 2019 en esta región, porque hay muchas recomendaciones hechas por la Comisión de Alto Nivel que tienen que ver con los cambios requeridos para poder hacer que nuestros pueblos tengan salud universal en la región y posiblemente también el mundo.

En diciembre de 2017 tuvimos una reunión en el gobierno de Ecuador, fue una reunión importantísima, esto hizo un llamado a la acción, un llamado a la acción para poder conjuntar a los gobiernos, la academia, la sociedad civil, así como a representantes de diferentes movimientos sociales para poder participar después de tantos años de la Declaración Alma-Ata de Kazajistán, por la salud de generaciones, no sólo de las presentes, sino generaciones por venir.

De ahí viene entonces la idea de la Comisión de Alto Nivel, que se dio en aquel entonces en Quito, Ecuador, y posteriormente establecí la Comisión de Alto Nivel con Salud Universal para el Siglo XXI, bajo el liderazgo de su excelencia, la doctora Michelle Bachelet y también el embajador Néstor Méndez.

Muchísimas gracias a ustedes dos por su gran colaboración.

Esto lo hicimos con un compromiso de 20 individuos de diferentes antecedentes, conocimientos, experiencias y colectivamente juntamos todo este conocimiento.

Quiero expresar mi más profundo agradecimiento a la comisión por este trabajo infatigable durante un año para hacer este informe.

Y reitero mi compromiso para usar todas las recomendaciones de este informe, ejerciendo liderazgo a nivel regional para poder llevar a cabo los cambios requeridos para obtener salud para todos.

Esta es la atención primaria, la salud tiene una larga historia, muchos de nosotros, incluida yo, hemos siempre creído en la implementación y hemos sido activistas más de 40 años, desde la Declaración Alma-Ata de Kazajistán.

Ahí, en esta declaración de los 70 hablamos de los valores del derecho a la salud, la solidaridad, la justicia social también y los principios, y todo esto nos ha inspirado a nivel regional para lanzar iniciativas, ha guiado muchísimas de estas iniciativas.

La región de las Américas tiene un concepto muy claro, una visión muy nítida de lo que implica la atención primaria a la salud.

¿Qué significa?

Es una estrategia para la salud y para el bienestar y también para el desarrollo humano y social, y enfoca todo esto en el ser humano, en las familias, en la comunidad. No es el primer nivel de atención médica, ni tampoco un paquete de servicios, sino que es algo que tiene que ver con la atención primaria.

Tenemos este enfoque, desde los 80 lo hemos tenido, pero hay diferentes factores, incluyendo crisis económicas y programas de ajustes estructurales que les han impuesto a países muchísimos problemas y a veces no hemos podido lograr todos los objetivos. La implementación es algo muy importante de esta estrategia.

Algunos países lamentablemente se olvidaron y se pusieron solamente a enfocarse en algunos puntos, mientras que abandonaron otros sectores de la población.

Sin embargo, algunos países persistieron en la implementación de la visión de salud para todo el pueblo y estos países han llegado a tener programas holísticos, íntegros, dando salud a todo su pueblo.

En el 2005, por ejemplo, se lanzó un movimiento nacional y regional para todas las Américas, para la renovación de la atención primaria de la salud a través de principios y valores de la Declaración Alma-Ata de Kazajistán.

Recientemente, 2014, después de muchas deliberaciones los estados miembros adoptaron la estrategia para la salud universal y también para los países de esta región se adoptó todo esto, y todo mundo ha hablado de manera muy expresa diciendo que la salud universal va más allá de la cobertura, significa acceso universal a servicios de alta calidad para la salud, intervenciones oportunas también.

Y reitero el derecho a la equidad, el respeto a los derechos humanos, la atención de la salud; y esto se dice que es posible hacer, sólo es posible hacerlo fortaleciendo nuestros sistemas de salud utilizando este enfoque.

En 2018 nosotros aprobamos la agenda de salud sostenible y sustentable para tener, obviamente, un vínculo con los Objetivos de Desarrollo Sustentable de Naciones Unidas.

Dentro de todas las declaraciones que se han hecho, la Declaración de Ottawa, por ejemplo y también la carta, que se ha firmado en relación con otras reuniones que hemos tenido.

Hemos aprendido muchísimas lecciones en las Américas. Tenemos nosotros que identificar diferentes enfermedades, tenemos que deshacernos de la fragmentación que se da en el sistema de salud. Y esto sabemos que no puede llevar a sistemas universales.

Damas y caballeros:

Desafortunadamente, una tercera parte de la población de las Américas sigue enfrentando barreras para accesar los servicios de salud en sus diferentes países.

Tenemos diferentes virus y tenemos barreras, que son como virus terribles que nos atacan.; son las barreras y requieren la participación de las personas, las voces que tenemos. Y requiere que esas voces sean escuchadas, particularmente las voces de aquellos en viven en circunstancias extremadamente difíciles debido a las inequidades sociales y económicas.

Los invito a pensar en las muchas mujeres que han muerto prematuramente al estar dando a luz, al estar teniendo sus hijos.

¿Qué pasa con la cuestión educativa?, ¿qué pasa con los embarazos adolescentes?

Las mujeres y hombres que mueren debido también a enfermedades sexuales comunicables. Y también, ¿qué sucede con este tipo de transmisiones?, homicidios, suicidios, hombres, mujeres, niños obligados a salir de sus países en búsqueda de un mejor futuro.

Señoras y señores:

Recordemos también las pérdidas que se han tenido en los ataques terroristas debido a masacres. Por favor, escuchemos todos.

El reto principal para el sistema de salud en la región es el nivel inaceptable de inequidad en la salud, de eso se trata y por eso, por eso muchos se han quedado al rezago.

La salud universal sencillamente no es posible si no podemos enfrentar la desigualdad social y los retos sociales, las cuestiones que tienen que ver con género, con ética de género, la violencia tan diseminada y difundida en nuestras sociedades. Todas estas son barreras que necesitamos superar.

Para concluir, señoras y señores, quisiera reconocer una vez más el trabajo arduo y excelente de la comisión, solamente en un año, de esta Comisión de Alto Nivel y este informe que ellos han podido producir es muy importante para lo que seguiremos nosotros organizando, la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud, la Asamblea General de Naciones Unidas, también.

Quiero instarlos a todos los secretarios de Salud, ministros de Salud, jefes de Salud que utilicen este informe como una herramienta para sus actividades locales, regionales y nacionales en general, porque es una muy buena guía.

Les puedo asegurar a todos ustedes, y a toda la región también, que continuaré trabajando infatigablemente para que este informe sea una realidad para la región de las Américas en el siglo XXI.

El tiempo ha llegado, el tiempo es ahora.

Gracias.

MODERADOR: Toma la palabra el embajador Néstor Méndez, secretario general adjunto de la Organización de los Estados Americanos.

NÉSTOR MÉNDEZ, SECRETARIO GENERAL ADJUNTO DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS: Muy buenos días a todas y todos.

Excelentísimo señor presidente de los Estados Unidos Mexicanos, presidente Andrés Manuel López Obrador; señor secretario de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos Mexicanos, Marcelo Ebrard Casaubon; señora directora de la Organización Panamericana de la Salud y querida amiga doctora Carissa Etienne; señora alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; doctora Michelle Bachelet; señor secretario de Salud de México, doctor Jorge Alcocer Varela.

Otros distinguidos miembros de la mesa principal, honorables ministros de Salud y representantes del cuerpo diplomático; señores comisionados, distinguidos invitados.

Señoras y señores:

Es para mí un gran honor estar aquí como presidente de la Comisión de Alto Nivel Salud Universal en el siglo XXI, 40 años de Alma-Ata.

Para compartir con ustedes lo que ha sido el fruto de un arduo trabajo que nos fuera encomendado por la doctora de la OPS hace poco más de un año.

Hoy, junto con los comisionados, tenemos el agrado de decir: misión cumplida, y presentar a la doctora Etienne y a todos ustedes el informe de esta comisión.

Agradecemos al Gobierno de México y a sus autoridades por prestarse a ser sede de este lanzamiento. También agradecemos el valioso apoyo político y el compromiso para trabajar con nosotros en la promoción de este reporte en los ámbitos correspondientes de las Naciones Unidas.

Esta Comisión, compuesta por diversos expertos y autores relevantes de la salud pública de nuestra región, fue dirigida inicialmente por la doctora Michelle Bachelet, quien con su liderazgo inspirador permitió precisamente que uno de los temas centrales de este informe sea posicionar la salud desde la perspectiva de los derechos humanos. A ella nuestro reconocimiento y agradecimiento.

Nuestro profundo agradecimiento también a los integrantes de la comisión, notables expertos provenientes de la academia, actores políticos, representantes de comunidades, de sociedad civil, entre ellos exministros y ministras de salud, líderes sindicales y de movimientos sociales de la región, quienes hemos trabajado con un espíritu colaborativo y un fuerte compromiso con la salud de nuestros pueblos.

Quiero aprovechar esta oportunidad para compartir con ustedes parte de nuestro recorrido en el desarrollo de este cometido.

Luego de realizarse el Foro Regional de Quito sobre Salud Universal en diciembre de 2017, con motivo de la celebración de los 40 años de la declaración de Alma-Ata, con importantes debates acerca del futuro de los sistemas de salud de nuestra región, la directora de la OPS convocó a una Comisión de Alto Nivel para contribuir en el camino hacia la salud universal.

Desde febrero de 2018 nos conformamos como comisión en el entendido que el informe producido pueda constituir un aporte con una mirada regional en el logro de la salud para todos y todas, una asignatura aún pendiente en las Américas.

Este informe hace un repaso de los logros alcanzados en los últimos 40 años desde la declaración de Alma-Ata, considerando la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, pero destacando también los desafíos pendientes que aún persisten con recomendaciones para fortalecer los sistemas de salud y el empoderamiento de las personas y las comunidades para avanzar hacia la salud universal en Las Américas.

El objetivo de este informe también es constituirse en un instrumento de abogacía, en el entendido que, para aspirar al logro del grado más alto posible de salud de todas y todos en nuestra región, se requiere unidad de acción en el continente, con integración y un abordaje intersectorial, involucrando a actores clave, como el compromiso de los estados, pero también la sociedad civil, el sector privado, las comunidades, la academia, entre otros.

Hemos desempeñado nuestra labor bajo la premisa que el derecho a la salud es un derecho fundamental que requiere la responsabilidad ineludible del Estado para hacer efectivo su goce.

Tres ejes centrales son desarrollados en el informe para llevar adelante este propósito: modelos de atención con intervenciones intersectoriales, procesos políticos e institucionales y una asignación adecuada de los recursos fundamentales.

La comisión, quisiera señalar que es estratégico fortalecer y reposicionar la salud pública como una condición necesaria, indispensable para fortalecer y transformar los sistemas de salud en línea con las reales necesidades de nuestras poblaciones.

Hemos trabajado con el pleno convencimiento que el bienestar y la salud de nuestros ciudadanos y ciudadanas son elementos clave y condiciones imprescindibles, sin los cuales en las Américas no pude haber un verdadero desarrollo sostenible, ni puede consolidarse la democracia.

Consideramos que en el ecosistema interamericano discutir y enfocarnos en la democracia, los derechos humanos, el desarrollo integral y la seguridad multidimensional resulta incompleto si no tomamos en cuenta el elemento imprescindible de la salud como piedra angular, sin la cual no se pueden gozar los plenos derechos.

La región ha visto un progreso social y económico significativo en los últimos años. No obstante, las Américas todavía sufren de una desigualdad persistente, tanto en la distribución de los recursos, como en el ejercicio de los derechos.

Cerca de 186 millones de personas aún viven en la pobreza y cuatro de cada 10 hogares en la región aún se consideran económicamente vulnerables.

En los últimos años los países de la región han implementado reformas del sector de salud con el objetivo de aumentar la equidad y la efectividad, orientadas así a la salud universal.

Sin embargo, todavía no se han alcanzado algunos objetivos. Todavía mujeres, niñas y niños, las personas adultas mayores, personas con discapacidad, los indígenas y los afrodescendientes se enfrentan a diario con múltiples barreras de acceso. Aún subsisten limitaciones para transitar así a la transformación del modelo de atención con escasos recursos humanos y una infraestructura inadecuada.

Han resurgido algunas enfermedades infecciosas y epidemias como el Zika y la chikungunya, cambios demográficos asociados con el envejecimiento de la población.

Los efectos del cambio climático, fenómenos masivos de desplazamiento y migración también han acarreado consecuencias sanitarias más allá de las fronteras y un incremento en la demanda de servicios que rebasa actualmente la capacidad de los Estados.

Estas nuevas problemáticas requieren respuestas innovadoras y acciones de política pública que garanticen plenamente el derecho a la salud como derecho humano fundamental.

En ese sentido, los sistemas de salud, fortalecidos e integrados plenamente a sistemas de protección social, con las capacidades adecuadas para influir sobre los procesos de determinación social, son un imperativo, no sólo ético, sino una condición ineludible para hacer progresos significativos en la salud y la equidad, en salud de la población en este siglo XXI.

Esperamos que este informe contribuya a hacer un paso clave en la discusión sobre la salud universal a nivel interamericano y un aporte concreto desde nuestra región para las discusiones a nivel global en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Nos debemos a los más vulnerables de las Américas, quienes no pueden esperar más para tener una vida saludable, con acceso a servicios de salud de calidad.

Cuando la doctora Carissa Etienne nos convocó a iniciar los trabajos de esta comisión, nos invitó a formar parte de un movimiento social que tendría como estandarte principal la transformación de los sistemas de salud con inclusión plena de todos los sectores de la sociedad.

Hoy yo les invito también a formar parte de este movimiento para lograr, como los comisionados han propuesto, la salud universal ya.

Muchas gracias.

MODERADOR: Ahora escuchemos el mensaje de la doctora Michelle Bachelet, alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

MICHELLE BACHELET, ALTA COMISIONADA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS DERECHOS HUMANOS: Señor presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; señor secretario general adjunto de la OEA, embajador Néstor Méndez; señora directora de la Organización Panamericana de la Salud, doctora Carissa Etienne; señor secretario de Relaciones Exteriores de México, licenciado Marcelo Ebrard; señor secretario de Salud de México, doctor Jorge Alcocer Varela.

Señoras y señores, miembros de este panel, señoras y señores ministros, ministras, viceministros, comisionadas, comisionados, representantes de organismos nacionales e internacionales y, por cierto, a todos los embajadores y embajadores presentes, y miembros de la sociedad civil.

Queridas amigas y amigos.

Yo quiero agradecer esta invitación a reunirnos, hoy día a volver a reunirnos con algunos de ustedes.

Y nos da la oportunidad de constatar una vez más los puntos de encuentro entre los destinos nacionales y globales, entre los esfuerzos individuales y colectivos cuando es cuestión de asegurar derechos fundamentales.

Los cimientos, muros y puertas de este Palacio Nacional son testigos silenciosos de siete siglos de historia mexicana, escrita con la esperanza y con frustraciones, con logros que marcaron la marcha social latinoamericana, pero también con persistentes obstáculos. Y lo menciono porque es mucho de eso lo que compartimos nuestros países.

Y hoy es un deber, estamos llamados a hacer más para consolidar derechos que definen lo que somos como humanidad.

El problema no es la falta de evidencia o alternativas factibles, lo que se requiere es coraje, compromiso y voluntad política que se traduzcan en la construcción de consensos durables.

La salud es uno de los derechos de los que debemos aspirar para todos, sin exclusión de ningún tipo. Sin embargo, es uno de los ámbitos donde hay mayor vulneración, como bien sabemos en las Américas, ya sea por la desigualdad, por el desarrollo deficitario de los sistemas de prevención y protección, la falta de cobertura territorial o la discriminación y, por lo tanto, tenemos materias urgentes de norte a sur.

Los avances son innegables, pero hay brechas que se resisten a desaparecer. Y ya lo decía la titular de la OPS, que sus reportes estiman en un tercio la población excluida de la atención médica principalmente debido a barreras financieras.

Mientras tanto, el promedio de inversión pública de las Américas aun no llega al seis por ciento del Producto Interno Bruto como se recomienda; y por cierto el porcentaje en América del Norte es el doble, son ocho por ciento, que en América Latina y El Caribe como promedio son un cuatro por ciento.

Como siempre, las diversas manifestaciones de la desigualdad golpean más al mundo rural, a las mujeres y a los niños, a los grupos indígenas y afrodescendientes, a las personas que viven con VIH, a las personas con necesidades especiales o discapacidades y a los que viven en entornos vulnerables.

Entonces, uno se pregunta: ¿podemos estar tranquilos como sociedad si dejamos a tantas personas fuera del acceso de la salud, condición esencial para aspirar bienestar si somos incapaces de garantizar ese piso mínimo para un desarrollo pleno de nuestros padres?

Hace cuatro décadas esa pregunta no solo se oía con fuerza, sino que además daba origen a un conjunto de orientaciones que han marcado hasta hoy las prácticas de la salud.

Y es en la vigencia de la Declaración de Alma- Ata de 1978, es lo que demuestra su carácter visionario. Sus principios están de pie, pero más que nunca, su vigencia debe quedar reflejada en la posibilidad de llevar a la práctica esos principios.

Con la creación de la Comisión de Alto Nivel, la directora de OPS, doctora Carissa Etienne nos invitó a dar cuerpo a esa posibilidad de acción.

Y yo quiero, aunque ya el embajador Méndez lo ha hecho, también agradecer públicamente ese honor, pero también quiero agradecer a cada comisionado, comisionada que puso al servicio una causa común toda su experiencia, su conocimiento y su compromiso, y quiero sin duda agradecer al embajador Néstor Méndez que tomó la posta con la solvencia y la capacidad que le conocemos, pero también, y veo aquí varios rostros, quiero agradecer a los equipos técnicos de OPS y a todos quienes se incorporaron con entusiasmo en esta tarea.

Este esfuerzo colectivo fue guiado por una orientación clara que nos dio la doctora Etienne. Más que la suma de la opinión de cada miembro de la comisión por más experto y calificado que fuera, había que dar cabida a la diversidad de voces y talentos en un espacio participativo. Y fue algo que se logró.

Es una valiosa, yo diría lección, que nos llama a reflexión sobre lo que podemos conseguir en las Américas cuando hacemos dialogar respetuosamente las visiones de las políticas públicas de la academia y de los movimientos sociales en torno a un propósito común.

¿Basta con declarar que la salud es un derecho universal? Por supuesto que no.

Queremos que sea un derecho para todos y que deje de ser el privilegio de algunos y para ello debemos ofrecer garantías explícitas y verificables.

En este sentido, la Declaración de Alma-Ata es un marco estratégico para organizar la responsabilidad del Estado y la integración de las comunidades.

Como alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, sé que los estados pueden hacer más, deben comprometerse con la realización progresiva de mayor equidad y calidad.

Y el informe propone una alternativa: que se otorgue un rol central a la atención primaria de salud como estrategia efectiva para que Estado y sociedad civil puedan transformar los sistemas de salud e intervenir sobre determinantes sociales y ambientales en la salud de la población.

¿Por qué es tan importante darle un papel estratégico en la atención primaria de salud?

Porque justamente en ese espacio de intervención es donde se hace posible la acción integral que nos recomienda la experiencia acumulada por más de 40 años, porque es en lo local que se materializa la promoción y la prevención, la coordinación de políticas públicas intersectoriales, la incorporación de las variables territoriales, la proximidad del personal de salud y las posibilidades concretas de participación comunitaria; en otras palabras, porque es ahí, junto a las personas que se puede asegurar la perspectiva de derechos que deben tener las políticas de salud.

Daremos soluciones durables a las necesidades de expectativas de salud de nuestra gente, en la medida que demos cabida al aporte de las comunidades en la definición de estrategias e iniciativas, en la medida que construyamos espacios complementarios entre la medicina convencional académica y los saberes ancestrales de salud, y en la medida que explicitemos que los costos deben ser compartidos entre todos si de verdad queremos poner fin a la precariedad de las familias más desposeídas.

La actualidad de las recomendaciones del informe que hoy día se lanza, no se agota en la superación de los modelos centrados en la enfermedad, sino en relevar la naturaleza política de cualquier transformación.

El derecho a la salud se concluye dejando atrás las relaciones asimétricas e invirtiendo en la cercanía cotidiana con las personas.

Amigas y amigos:

Este informe hace un aporte, tal vez acotado pero muy significativo. Desde hoy queda disponible para su uso crítico, ojalá en dialogo con otras regiones del globo.

Concluye una etapa y se abre otra; y este grupo hace entrega del testimonio a los que puedan llevar esta reflexión a pasos aún más operativos y aplicados, porque lo central es producir cambio y acciones en el corto plazo.

Debemos aprovechar los grandes consensos que al fin se están imponiendo, pienso en particular en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, una oportunidad que debemos aprovechar para comprometer voluntades políticas y para empujar respuestas integrales con información desagregada y transparente.

Es cierto, cualquier cambio requiere de ideas, de valores y de principios, pero de nada sirve si eso queda en el papel; están dadas las condiciones para ser tangible en los territorios, sistemas de salud más eficaces y legítimos que reduzcan las distancias entre la necesidad de salud y la respuesta pública.

Hay momentos en que hay sombras que parecen oscurecer el horizonte de nuestra democracia y, en consecuencia, las perspectivas de nuestros pueblos; tenemos que renovar la convicción de que podemos hacer cambios pertinentes, justos y a tiempo.

Es tiempo de actuar, gobierno, sociedad civil, academia, sector privado, todos deben sumar. La bandera por el derecho a la salud está izada, hagámosla flamear junto a los derechos de cada ser humano, para que todas y todos gocen de las mismas posibilidades de respeto, bienestar y dignidad.

Muchas gracias.

MODERADOR: Escucharemos ahora la participación del doctor Jorge Alcocer Varela, secretario de Salud de México.

JORGE ALCOCER VARELA, SECRETARIO DE SALUD: Muy buenos días. Con su permiso, señor presidente.

Distinguidos miembros del presídium; señoras y señores; amigos todos.

En 1972 el médico y presidente Salvador Allende, cuando visitó nuestro país señaló: ‘La injusticia no pude seguir cerrando las posibilidades del futuro’. Así, Salvador Allende afirmó con certeza que la semilla de la conciencia de miles y miles de jóvenes no podría ser segada definitivamente.

Con esa aptitud revolucionaria nuestros pueblos de ayer, hoy y siempre se caracterizan por poseer ciudadanos de mentes libres y fértiles, que cuestionan y revierten las estructuras que el tiempo nos impuso para imaginar utopías y construir mejores sociedades.

Nuestro poeta Carlos Pellicer vivió su juventud en una generación que Vasconcelos recalcó como una nueva familia internacional que tiene por patria el continente.

Tras viajar por nuestros pueblos unidos por movimientos estudiantiles en su poema América mía, Pellicer canta: ‘América, América mía, un día cerca está tu urgente día, la raza de relámpago que son tus pensamientos; hará de la esperanza una alegría continental y tan solo sentimiento fundará la democracia nueva de la América Latina’.

Para Allende y Pellicer, América sólo podría alcanzar un estado de bienestar a través del riesgo y vitalidad de sus juventudes, de aquella juventud que se organiza y piensa desde un pasado conocido, lleno de emociones.

Aquella juventud humanista es también hoy América, la que no se deja vencer por la opresión ni la violencia, a pesar y en contra del tiempo. Porque América no es otra cosa que esto, juventud y libertad, y es por ello por lo que la salud es esencial para nuestro progreso.

Hoy en día nuestros sistemas de salud, incluso en los países más desarrollados, se enfrentan a desafíos dados, no sólo por fenómenos que se inscriben dentro del ámbito del sector salud, tales como la transición epidemiológica, la persistencia de barreras de acceso a los servicios de salud y la resistencia antimicrobiana, entre otros, sino también por nuevos determinantes como el envejecimiento poblacional, el cambio climático, las migraciones masivas, las crisis económicas y los hábitos de las nuevas tecnologías.

En la actualidad existe sólida evidencia que señala que la única manera de enfrentar con éxito estos desafíos es reorientar los sistemas de salud hacia la atención primaria de la salud. No es cosa fácil, será remar contra la corriente que por 40 años ha intentado reinscribir los principios humanistas de Alma-Ata.

La Declaración de Alma-Ata en 1978 generó numerosas críticas y reacciones en todo el mundo. Muchos argumentaron que el eslogan ‘Salud para todos’ en 2000 no era posible y que la declaración no tenía objetivos claros, que era poco realista, muy idealista, utópica y demasiado vaga.

Un año después, en Italia, la fundación Rockefeller patrocinó la Conferencia de Desarrollo de la Salud y la Población. Esta conferencia reinterpretó los objetivos de la APS en favor del mercado, la atención primaria a la salud sería selectiva y fragmentaria, mas no universal e integral, con áreas de enfoque explícitas e incrementales.

Aquí el decreto de garantizar el derecho a la salud fue interferido por un concepto de cobertura financiera de la salud. En estos últimos 40 años la brecha sanitaria es aún mayor de la existente en 1978, al crearse y fomentarse sistemas de salud mixtos con corruptos procesos institucionales, concentraciones de ingreso y desregulación del capital.

Las comunidades pobres eran atendidas con subsidio gubernamental, muchas veces deficiente, y las ricas tenían el lujo de la alternativa privada y el resto de en medio un cóctel extractivo.

La atención primaria a la salud está pensada y diseñada no como un fin en sí mismo, sino como un medio, más no el único, de garantizar el derecho a la salud a todas las personas, sus componentes más políticos, como participación social, interculturalidad, activismo, abogacía de los trabajadores de salud, intersectorialidad, se deben alinear a un movimiento latinoamericano por la garantía y defensa del derecho a la salud.

La salud es un derecho social básico que corresponde a todo ser humano en su calidad de tal, más allá de su condición laboral, su clase social, su ubicación geográfica.

Nuestros pueblos requieren urgentemente de gobiernos que con firmeza, sabiduría y equidad rompan con prácticas burocráticas presiones políticas o inercias históricas, como nos planteamos hacer.

Nos espera una ardua tarea. Un sistema así no se construye de la noche a la mañana, porque enfrenta la inercia de un viejo sistema que no concebía al humano en el centro de todo el accionar del gobierno; estamos ante una lucha de valores y concepciones.

Para afrontar esta lucha debemos entender que no vamos a triunfar sentados en un consultorio o en una oficina, la salud de carácter público está basada en el principio humano de solidaridad que precisamente busca construir, desarrollar y nutrir el sentido desde la comunidad.

El sistema de salud en la Cuarta Transformación nace con ausencia de miedo para desprenderse de una nociva tradición que no comprendía la ilusión de buscar para cada uno de nuestros pueblos vidas sanas y de bienestar.

No hay mejor manera que terminar estas palabras que con el poeta Carlos Pellicer, soñador de una América más unida y feliz: ‘América, América mía, aprieto con toda mi mano tu armónica geografía, loada sea esta alegría de izar la bandera optimista’.

Muchas gracias.

MODERADOR: Ahora, damas y caballeros, escuchemos el mensaje que nos dirige el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador.

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Amigas y amigos.

Nos da mucho gusto contar con la presencia de ustedes, distinguidos visitantes del sector salud de países de América Latina y del Caribe.

Nos da muchísimo gusto contar a la presencia de la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, la señora Bachelet, también doctora con dimensión social, una mujer extraordinaria, ejemplar.

Muchas gracias por estar aquí la doctora Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud.

El embajador Néstor Méndez, secretario general adjunto de la Organización de los Estados Americanos.

Amigas, amigos todos.

Celebramos este encuentro y llega en un momento importante para la historia de nuestro país cuando se está iniciando un cambio, una transformación real, verdadera.

En la historia de México ha habido tres grandes transformaciones: la Independencia nacional, la Reforma que llevaron a cabo los liberales encabezados por el mejor presidente que ha habido en la historia de México, un indígena zapoteco, Benito Juárez García; y la Tercera Transformación fue la Revolución de 1910 encabezada por un hombre bueno que es el Apóstol de la Democracia, Francisco I. Madero.

Tres transformaciones: Independencia, Reforma, Revolución, y ahora nosotros estamos llevando a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública del país. Es todo un desafío, pero lo vamos a lograr; y lo vamos a lograr, a diferencia de las tres transformaciones que se han realizado, sin violencia, de manera pacífica; nuestros héroes, mártires, los padres de nuestra patria tuvieron que hacerlo por la vía armada, porque así se presentaron las circunstancias. Ahora nosotros tenemos la dicha de que podemos llevar a cabo estos cambios de manera pacífica, sin violencia; vamos a la transformación por el camino de la concordia con la participación de todas y todos los mexicanos.

En ese marco, queremos sacar adelante, mejorar el sistema de salud pública, como muchas otras asignaturas, como muchos otros grandes y graves problemas nacionales. Tenemos que garantizar en los hechos, en la realidad, en la práctica, el derecho a la salud que ya está contemplado en la Constitución en el artículo 4º, pero que es letra muerta, porque en realidad no hay ese derecho; al contrario, en los últimos tiempos se retrocedió, porque al igual que en la educación se apostó a poner la salud al mercado, como si fuese una mercancía, para que pudiese acceder a la salud y a la educación el que tuviese posibilidades económicas.

Se olvidó que la educación y la salud no son un privilegio, son derechos de los ciudadanos, de los seres humanos. Esa concepción que prevaleció llegó en el caso de México a su fin. Hemos proclamado la abolición de esa política económica neoliberal.

No basta con proclamarla. Hablando de la historia les puedo contar que el cura Miguel Hidalgo, el padre de nuestra patria, proclamó la abolición de la esclavitud en 1810, porque se recuerda mucho a Miguel Hidalgo y a José Morelos como luchadores independentistas, pero eran sobre todo luchadores sociales.

La Independencia vino acompañada, la lucha de la independencia, por la lucha en pos de la justicia. Hidalgo proclama la abolición de la esclavitud, sin embargo, la esclavitud es abolida en México 100 años después en 1914, hace relativamente poco.

Pasó mucho tiempo, todo el siglo XIX hubo esclavitud, haciendas con peones encasillados. Digo esto porque una cosa es proclamar el fin del neoliberalismo, o la inauguración, el inicio de una etapa nueva, posneoliberal, y otra cosa es que esto se cumpla, se lleve a la práctica.

Sin embargo, es muy importante tener esa voluntad, fijar con claridad esa postura, proclamarlo, decir: Ya no queremos más de lo mismo, ya no es el sólo cambio de gobierno, es un cambio de régimen, es una transformación.

Y por eso vamos a garantizar el derecho a la salud sin hacer caso a la agenda que han impuesto en los últimos tiempos desde el extranjero. Me refiero a las llamadas reformas estructurales, a las recetas que han ordenado aplicar en nuestros países. Ya no vamos a seguir esa agenda de las llamadas reformas estructurales, vamos a tener nuestra propia agenda, nuestro propio programa, modelo de desarrollo a partir de nuestra realidad. No vamos a alejarnos de lo que necesita nuestro pueblo, de lo que necesita nuestra gente.

Por eso hablamos de una agenda propia, donde ya no está lo de la Reforma Energética o Reforma Fiscal, o Reforma Educativa, o reforma a la seguridad social, que al final de cuentas se resume en privatizar. Y si vemos en el diccionario qué es privatizar, es convertir lo público en privado. Entonces, ya no queremos esa agenda.

Ahora nuestra agenda es combatir la corrupción, combatir las desigualdades, garantizar a todos el derecho a la educación, el derecho a la salud, garantizar el derecho al trabajo, el derecho a un salario justo. Esa es nuestra agenda.

En el caso de la salud es todo un desafío porque se esmeraron en destruir el sistema de salud pública de nuestro país; se desintegró en la Secretaría de Salud federal, quedó sólo como una entidad normativa, maneja de manera directa ocho hospitales; toda la infraestructura de salud de primer nivel de salud se pasó a los estados, lo mismo el manejo de los hospitales públicos. Eso, en lo que tiene que ver con la atención a población abierta, a población no asegurada, estamos hablando de la mitad de nuestra población, de alrededor de 60 millones de mexicanos.

Y por el otro lado están los institutos que atienden a los asegurados, el Instituto Mexicano del Seguro Social, que atiende a trabajadores; y el Issste que atiende a los trabajadores al servicio del Estado. Pero muy desarticulado, en general, el sistema de salud.

Ahora vamos a buscar integrarlo, vamos a federalizar el sistema de salud, sobre todo en lo que tiene que ver a la atención de la población no asegurada, a la población que no tiene derecho a la seguridad social, que es la población más pobre, estos 60 millones de mexicanos que no tienen seguridad social.

Se creó para atender a esta población algo que llaman Seguro Popular, que en la práctica, en los hechos, ni es seguro, ni es popular, porque no hay médicos suficientes en las unidades médicas de primer nivel, tenemos alrededor de 15 mil centros de salud, unidades médicas de primer nivel y es muy deficiente la atención, no tenemos médicos en ese primer nivel de atención que, como aquí se ha dicho, es básico, porque esa atención tiene que ver con la medicina preventiva, es lo más cercano a la gente.

Está muy mal el sistema de salud pública del primer nivel y lo mismo en lo hospitalario.

En segundo, tercer nivel, tenemos muy buenos hospitales de especialidades, que son ejemplo, no sólo en México, sino en América Latina y en el mundo; los hospitales de nuestro país que tienen fama internacional, trátese de nutrición, de cardiología, cancerología, son de lo mejor; pero tenemos problemas en lo que es el primer nivel de atención médica.

Vamos por eso a reestructurar todo el sistema de salud, vamos a crear un instituto nacional de salud para el bienestar, que se va a ocupar de la atención de quienes no tienen posibilidades de contar con un seguro, de la población no asegurada, es de los cambios que vamos a llevar a cabo.

Vamos desde luego a hacerlo con la participación de los gobiernos estatales, que están conscientes de que hace falta mejorar el sistema de salud. Se habló mucho en estos tiempos de la reforma educativa y se abandonó o no se discutió, no se debatió, no se reflexionó sobre el sistema de salud y, si hablamos con la verdad, está peor el sistema de salud que el sistema educativo, nada más que en el caso de la educación se politizó, se polarizó el debate, mientras se dejaba en ruinas todo el sistema de salud del país.

Mucho del problema tiene que ver con la corrupción; no quiero generalizar, pero hay veces que privatizar es sinónimo de corrupción. Privatización es igual a corrupción.

Toda esta política neoliberal muchas veces se ha convertido en una política de pillaje, de saqueo. En el caso de salud eso ha afectado mucho.

Acabamos de dar a conocer que se compran cuatro mil millones de dólares en medicinas en el país, compra el Estado cuatro mil millones de dólares, y tres proveedores abastecieron el 65 por ciento todos los medicamentos que se compraron el año pasado y una, una empresa vendió alrededor de mil 500 millones de dólares de medicinas. Lo peor de todo es que en los centros de salud y en los hospitales no hay medicinas.

Entonces, sí tenemos que terminar con la corrupción, tenemos que hacer compras consolidadas de medicamentos; para esto hay que unirnos, ponernos de acuerdo, porque son muchos los intereses creados. Ni en los países con mayor desarrollo han podido resolver este asunto por los intereses que existen, pero por encima de esos intereses tiene que prevalecer el interés general, el interés de la gente, el derecho del pueblo a la salud.

Nosotros tenemos un ideal, un sueño que queremos convertir en realidad y les invitamos a que nos ayuden, nos apoyen y que sean testigos y que participen. Queremos garantizar el derecho a la salud y que el gobierno en el sexenio, al final del gobierno podamos decir que la atención médica en México y los medicamentos se van a entregar, van a ser gratuitos, se va a garantizar en la práctica el derecho a la salud. Eso va a ser una hazaña.

Eso es parte de la Cuarta Transformación y es un compromiso que hemos hecho con nuestro pueblo y se va a cumplir.

Ya no queremos marginación, no queremos esta actitud injusta, inhumana de no poder garantizar el derecho a la salud, como desgraciadamente sucede. Queremos que todos los mexicanos tengan garantizado este derecho.

Hay países que lo han logrado, países con menos recursos económicos que el nuestro, que tienen un buen sistema de salud pública y lo han logrado en Canadá y lo han logrado en los países nórdicos el derecho a la salud y nosotros queremos garantizar, uso coloquialmente una expresión que tiene que ver con la voluntad y con el arrojo; cuando digo esto lo hago acompañar con una frase: Me canso ganso.

Vamos a garantizar el derecho a la salud. Gracias.

MODERADOR: Ahora, para cerrar esta ceremonia solicitamos a los presentes permanecer de pie para entonar con el debido respeto nuestro Himno Nacional Mexicano.

(HIMNO NACIONAL)

MODERADOR: De esta manera concluye la primera parte de nuestro evento.

Se despide de ustedes el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador, acompañado de la alta comisionada de las Naciones Unidades para los derechos humanos, doctora Michelle Bachelet.

Damas y caballeros:

Solicitamos a ustedes permanecer en su lugar para continuar con nuestro programa.

A continuación, veremos el video Premios al Mérito 2019.

(INICIA VIDEO)

DR. CARLOS SERRANO GÓMEZ: Cuando eliges la carrera de medicina, no me quiero poner muy cursi, pero hay una cierta vocación de servicio, quieres ayudar a los demás.

Una parte, la más importante de mi vida cotidiana ha sido la clínica. En la clínica es atender a las gentes, no sólo a los enfermos mentales, sino la repercusión psiquiátrica que tienen otras enfermedades médicas en el paciente.

DRA. CELIA MERCEDES ALPUCHE ARANDA: Servir al pueblo de México yo creo que es hacer lo mejor que uno sabe hacer en beneficio de una población. Si mi profesión es ser médico será dar un conocimiento que sirva para que exista mayor bienestar en salud para esa población.

DR. MARCO ANTONIO MARTÍNEZ RÍOS: Traemos encima una clara convicción de servicio en estas instituciones gubernamentales. El punto clave es enlazarnos para poder dar atención primaria y mi lucha es que el país utilice estas instituciones.

TENIENTE CORONEL CARLOS DUQUE COUTIÑO: Para ser médico se requiere además una fuerte vocación de servicio y un deseo por recuperar la salud de sus pacientes.

D.C. SERGIO SÁNCHEZ GARCÍA: Es una parte muy importante retribuir al pueblo de México todo el esfuerzo que hizo conmigo en mi formación. Ahora me corresponde a mí hacer formación de recursos humanos tanto a nivel licenciatura, como maestría y doctorado para que estén encaminados a mejorar la salud de la población.

DR. ALEXANDRE TOSHIRRICO CARDOSO TAKETA: México me ha dado la casa, me ha dado las bienvenidas, me ha dado su amor, me ha permitido trabajar con sus plantas medicinales.

Este premio es el premio máximo que un investigador en la era de plantas medicinales que trabaja en producción de fármacos puede ser galardonado en México.

DR. DAVID LOZANO ELIZONDO: Es verdaderamente un privilegio tener el honor de recibir esta medalla, medalla de honor del doctor Manuel Velasco Suárez.

M.E. ELVA ZUGEY TORRES SORIA: Las enfermeras debemos de tener conocimiento, debemos de tener valores, atender con la mejor calidad y calidez a la población. Por eso yo digo que es arte y ciencia.

DR SAMUEL KARCHMER KRIVITZKY: Para mí no hay nada más importante que tener individuos que tengan una educación básica y que tengan una salud básica. Educación y salud, esto hace a los países fuertes.

ENF. CHRSITIAN MALEZZA ESCALANTE: El orgullo para mí es que de corazón he brindado los cuidados a las pacientes que más lo necesitan, porque desde niña tenía esa iniciativa, ese deseo.

ABELARDO CÉSAR ÁVILA CURIEL: Para mí es un premio muy importante en salud pública, que es mi área, lo agradezco mucho.

Su utilidad la vería para mi institución, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición ‘Salvador Zubirán’. Es muy importante ver la salud, no como la curación de la enfermedad una vez que se ha producido, sino básicamente como la respuesta social para evitar que se produzca esa enfermedad.

EG. GUADALUPE ORTIZ RIVAS: El traje que llevo es algo que me identifica, mis raíces son de la gente tarahumara. Cuando porto este uniforme siento que, pues así de corazón, siento que sigo siendo parte de ellos, porque lo soy.

DR. MARCO ANTONIO MARTÍNEZ RÍOS: Bueno, hay muchas cosas que hacer, muchas cosas que componer, hay que trabajar, sobre todo para hacer prevención.

EG. GUADALUPE ORTIZ RIVAS: Salud para todos y para todas en todas partes.

DR. MARCO ANTONIO MARTÍNEZ RÍOS: El corazón de México lo encuentro latiendo, latiendo bien.

VOZ DE MUJER: Gobierno de México.

(FINALIZA VIDEO)

MODERADOR: Enseguida, el doctor Jorge Alcocer Varela, secretario de Salud y el doctor José Ignacio Santos Preciado, secretario del Consejo de Salubridad General, harán la entrega de la Condecoración ‘Eduardo Liceaga’ y Premios al Mérito 2019.

JORGE ALCOCER VARELA, SECRETARIO DE SALUD: Buenos días, nuevamente.

Sólo para mencionar que la ceremonia conmemorativa del Día Mundial de la Salud 2019 es el marco solemne para, por encargo del señor presidente de la República, presentar a ustedes, a los mexicanos, que por sus méritos en la ciencia médica y en otras disciplinas de la salud se han hecho acreedores a los reconocimientos que anualmente otorga el Consejo de Salubridad General que, como es de su conocimiento, es una dependencia directa del titular del Poder Ejecutivo Federal por mandato presidencial.

A continuación, vamos a conocer estas condecoraciones y a entregarlas.

Muchas gracias.

MODERADOR: En este sentido, tenemos el honor de entregar la Condecoración ‘Eduardo Liceaga’ de Ciencias Médicas y Administración Sanitaria Asistencial a un eminente cardiólogo, el doctor Marco Antonio Martínez Ríos.

El jurado calificador ha hecho un justo reconocimiento para conceder el Premio ‘Miguel Otero’ de Investigación Clínica, a la doctora Celia Mercedes Alpuche Aranda.

En esta ocasión el Premio ‘Gerardo Varela’ de Salud Pública le corresponde al doctor Abelardo César Ávila Curiel.

El Premio ‘Doctor Manuel Velasco Suárez’ de Neurología y Neurocirugía lo mereció el doctor David Lozano Elizondo.

Por lo que toca al premio ‘Doctor Guillermo Soberón Acevedo’ de Desarrollo de Instituciones lo mereció el doctor Samuel Karchmer Krivitzky.

De igual manera, el Premio ‘Doctor Ramón de la Fuente Muñiz’ de Salud Mental se otorga al doctor Carlos Serrano Gómez.

El premio ‘Martín de la Cruz’ de Investigación Química y Biología es concedido al doctor en estas disciplinas de la ciencia, Alexandre Toshirrico Cardoso Taketa.

El doctor en ciencias Sergio Sánchez García, es el acreedor al Premio ‘Doctora Margarita Chorné Sánchez’ de Estomatología.

El Premio ‘Doctor Miguel Francisco Jiménez’ de Atención Primaria en el primer nivel de atención es para el teniente coronel maestro en ciencias Carlos Darío Duque Coutiño.

El Premio ‘Enfermera Refugio Esteres Reyes’ se otorga a la licenciada en enfermería Christian Maleza Escalante Pérez, por la presentación de servicios profesionales destacados en zonas de conflicto o desastre.

Igualmente, el Premio ‘Enfermera Isabel Zendal Gómez’ de Salud Pública y Enfermería Comunitaria, toca en esta ceremonia conmemorativa a la maestra enfermera Elba Sugey Torres Soria.

El Premio ‘Auxiliar de Enfermería Lucía Salcido’, por excelente trayectoria y excelente labor en su campo, se otorga a la enfermera general Guadalupe Ortiz Rivas.

Señoras y señores.

El Consejo de Salubridad General ha presentado a los premiados en este año 2019. Agradecemos a ustedes cumplidamente su presencia en estos reconocimientos para quienes trabajan por la salud de la sociedad mexicana.

Enseguida se procederá a la firma del Convenio de Adhesión de México al Fondo Rotatorio y Fondo Estratégico de la Organización Panamericana de la Salud, Organización Mundial de la Salud.

Suscriben el doctor Jorge Alcocer Varela, secretario de Salud de México, y la doctora Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud, Organización Mundial de la Salud.

(FIRMA DEL CONVENIO)

MODERADOR: Con este acto de suscripción llegamos al final de esta ceremonia; agradecemos la honrosa presencia de los integrantes del presídium y los despedimos con un aplauso.

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