Inmersos como estamos, en un enorme caldo de cultivo de la violencia, los mexicanos ya hemos perdido la noción de cuánto está sucediendo en nuestro país, a fuerza de convivir con la violencia está ya forma parte de nuestro existir y, como dice sabia sentencia, “lo obvio se hace invisible”. Así lo notó Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, después de su visita a nuestro país: “México tiene cifras de muertes violentas propias de un país en guerra: 252 mil 538 desde 2006″, “los 40 mil desaparecidos no era algo que tuviera así de claro, o de los 26 mil cuerpos sin identificar (en los servicios forenses), o de diez mujeres asesinadas al día”, apunta con certero dardo: “La sanación no será producto del tiempo, será fruto de la materialización de resultados concretos”. Ella se va, nosotros permanecemos, en una lamentable muestra de que somos “nosotros y las circunstancias”.