Mientras, por un lado, el gobernador Cuitláhuac García asegura que se dará con los autores de la criminal balacera en Tuzamapan, los vecinos del lugar expresan: “La autoridad no existe, solo existe Dios… si la autoridad hiciera lo que tiene que hacer no estuviéramos así”, tal es el doloroso clamor de quienes en Tuzamapan lloran a sus seres queridos, víctimas de la violencia incontrolable que asola a la entidad veracruzana, con autoridades ausentes o rebasadas bordeando las orillas de un Estado fallido