Quien fuera gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, Duarte de Ochoa, de Veracruz, Cesar Duarte, de Chihuahua y Roberto Borge, de Quintana Roo, son la muestra cabal de la descomposición de un régimen político y explica con elocuencia contundente porque la ciudadanía mexicana volcó su voluntad electoral a favor de Andrés Manuel López Obrador, quien postuló la esperanza del cambio. Esos ex mandatarios constituyen la pesada lápida contra Peña Nieto, que no quiso o no supo ponerles freno y escarmiento a quienes desde el poder esquilmaban a sus respectivas entidades. Los resultados parciales ya los conocemos: López Obrador es presidente, Peña Nieto pena en el desprestigio, un Duarte y Borge en la Cárcel, el de Chihuahua se esconde y a Sandoval se le abrieron 16 carpetas de investigación y la Fiscalía de Nayarit aseguró sus bienes, más lo que se le acumule