No es oficioso insistir que la renuncia de Germán Martínez al IMSS reveló, además del estropicio que le estaban causando al sector salud los recortes presupuestales, la indiscriminada tala, sin ton ni son, con machete en lugar del bisturí. Lo reconoce así Alfonso Romo, el gurú empresarial del presidente López Obrador: “la psicosis de la corrupción nos está llevando, y me incluyo, a tomar decisiones que tienen un efecto peor en la sociedad que el ahorro mismo”.  “Se nos ha pasado la mano, y fuerte (…) no podemos caer en los excesos de un lado o de otro”, ese es un llamado a tiempo, aunque lo confronte aún más con el Secretario de Hacienda, a quien lo dicho por Romo le haya caído como plomo ardiente.