Es proverbial la dosis de terquedad que asume el presidente López Obrador en la ejecución de sus propuestas, comprobado está en la suspensión del aeropuerto en Texcoco y en habilitar las pistas de Santa Lucía, de igual manera la construcción de la refinería en Dos Bocas, a pesar de las advertencias de los especialistas, todo sigue el proceso tal y como lo quiere AMLO. No obstante, la realidad es aún más terca, al grado de menearle muchas de sus propuestas originales al presidente, y hacerlo cambiar de dirección: los militares siguen en las calles, se suspendió la emisión indiscriminada de visas humanitarias a migrantes, se restringe el paso a migrantes, se llegan a acuerdos con empresarios neoliberales, y a su vez estos piden reconsiderar acciones de la cancelación de Texcoco y revisar Dos Bocas, etc. Ya se hacen apuestas, ¿cuál terquedad prevalecerá la de la realidad o la de la política? No pasará mucho tiempo para comprobarlo