Después de haber sido una supersecretaría en el gobierno de Peña Nieto al agregar a la gobernanza la Seguridad Pública, ahora, la Secretaría de Gobernación está convertida en una oficina de trámite migratorio, pero esto último no parece haberlo hecho muy bien a juzgar por el enorme e indiscriminado flujo de migrantes, o, mejor, porque abrió de par en par las puertas a los migrantes, provocando la ira de Trump y reflejado ya en el enorme problema que actualmente tiene atareado al secretario de relaciones exteriores y muy preocupado al gobierno de la 4T. No se sabe hasta cuándo permanecerá en el cargo Olga Sánchez Cordero, a quien le encomendaron la política migratoria que ha hecho agua. Realmente la posición de la ministra en retiro es bastante embarazosa, ya se fue Tonatiuh Guillen ¿Quién sigue?