Ya casi en el ocaso de su trayectoria política, Porfirio Muñoz Ledo demarca su posición respecto de la política migratoria del gobierno de López Obrador, su correligionario y amigo. No se muestra de acuerdo con “Lo que está ocurriendo en el país (pues) es inaceptable, porque no se puede entregar la carne humana por la presión de la gran potencia, ¡eso no!”. Califica de inconstitucional el despliegue militar para detener a migrantes, quienes podrían ampararse contra esa política del gobierno mexicano, dice. “Yo tengo la obligación de condenar los hechos como mexicano; he trabajado muchos años en el tema migratorio para quedarme hoy callado”. Es voz que disiente de un error garrafal del gobierno y deja constancia histórica por venir de quien proviene.