La oficial mayor de la Secretaría de Hacienda, Raquel Buenrostro, carga bajo su responsabilidad la tarea del recorte presupuestario en el gobierno federal, la austeridad ha sido el instrumento para el desmoche, e incluye al sector salud, en donde el impacto se refleja en el desabasto de medicinas e insumos para hospitales. Para el 28 de junio está fijada la fecha de licitaciones con proveedores inconformes por el listado de precios máximos de referencia (PMR) que en algunos medicamentos el precio se reduce hasta 79 por ciento respecto a las tarifas establecidas el año pasado. Por ejemplo, la Bacitracina, ungüento oftálmico, cuyo precio en noviembre pasado fue de $ 35.58 pesos, ahora es de 7.57 pesos; la ampicilina baja de 9.61 pesos a un costo de 3.47 pesos. He allí el atorón entre Hacienda y proveedores. Y todavía viene la negociación con los distribuidores. Mientras, el enfermo paga el traste roto.