Ayer lo anunció el presidente: “todos los mexicanos tendrán garantizado el derecho a la salud. La población sin seguridad social tendrá derecho a la atención médica de calidad, con todos los medicamentos gratuitos, no solo los del llamado cuadro básico que dejará de existir”. También que el IMSS se ocupará de los sistemas de salud actualmente a cargo de los gobiernos locales financiados por el Seguro Popular. “Siempre y cuando de manera libre, voluntaria, los gobernadores acepten. Se va a firmar un convenio para que centros de salud y hospitales públicos pasen ya a formar parte del Instituto de Salud para el Bienestar”. El proyecto es ambicioso, sin duda, si esto resulta bien beneficiará a la población más vulnerable de México, que así sea.