El albazo legislativo de Baja California, burdo por naturaleza, ha despertado el reclamo nacional porque constituye un auténtico atentado al Estado de Derecho pues, no obstante que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación había resuelto el 29 de mayo pasado que la votación del 2 de junio fue para un periodo de dos años, a la mayoría de diputados de Baja California le valió un sorbete y aprobaron ampliarlo a cinco años. Independientemente de las motivaciones que los hayan impulsado a formular su adefesio legislativo, en estricto apego a Derecho no hay vuelta de hoja para concluir que no pasará la prueba constitucional de la Suprema Corte. Pero este affaire deja un intenso olor a azufre adherido a Morena, partido en el cual milita el gobernador electo beneficiario directo del adefesio legislativo en comento.