Hace 50 años la cámara local de diputados se integraba por 14 diputados, la Oficialía Mayor y la Jefatura de Glosa formaban su estructura administrativa, con no más de 50 empleados. 20 elementos de Glosa, con apoyo en ábacos se encargaban de “vigilar” la aplicación del recurso público en los ayuntamientos, no requiere mucha ciencia imaginar porqué era tan codiciada la Jefatura de Glo$a. La aplicación de una auditoría a municipios le correspondía a la Dirección de Gobernación del Poder Ejecutivo, que actuaba a petición del Legislativo y enviaba su “equipo” de auditores, que bien personificaba el bien recordado don Eucario Huerta. De todos modos, los alcaldes-203- retozaban con el presupuesto. Ahora hay 50 diputados, más de 650 empleados, una Comisión de Vigilancia, una Dirección de Auditoría y un Orfis, pero los alcaldes siguen traveseando con el dinero público.  O sea, es la misma gata, pero muchísimo más revolcada porque ahora es mayor el número de quienes retozan con el dinero público. ¡Qué bonita familia!