Nadie podría negar que Xalapa padece un acentuado retraso en su infraestructura y equipamiento urbanos, pocas ciudades capitales en el país padecen ese retraso. Entre las causas de esa penuria es la corrupción y la ineficiencia de sus autoridades municipales, bien acompañada en los primeros años de este siglo por quienes han estado al frente de los gobiernos estatales, también en impericia y visión de largo alcance para intentar proyectos urbanos de gran calado. La mancha urbana ha crecido territorialmente, no así la infraestructura de vialidades. En el siglo pasado, el alcalde Pedro Coronel Pérez (1970-1973), con gran capacidad de gestión pavimentó la avenida Ignacio de la Llave, en su momento fue la gran obra de vialidad mejor concebida, en sinergia con el gobierno de Murillo Vidal en ese entonces Xalapa vivió un impulso modernizador sin precedente: se amplió a su ancho actual la avenida Xalapa, se construyó el túnel bajo el Parque Juárez, el Paseo de Los Lagos, etc. El gobernador Acosta Lagunes (1980-1986) dio otro gran impulso a la capital de Veracruz: la gran Avenida Lázaro Cárdenas, la Avenida Ruiz Cortines y la Avenida Murillo Vidal. Dante Delgado hizo el Arco Sur, Patricio Chirinos el Circuito Presidentes y el Puente y boulevard a Banderilla, todos del siglo pasado. Y ya llovió.