Cuando se tiene números rojos en
inseguridad pública, en crecimiento económico y en salud son graves signos de
lo que acontece en una sociedad y son señales que al gobierno legalmente
constituido no le están acompañando los buenos resultados, tal ocurre en
Veracruz si nos atenemos a las cifras oficiales: figuramos en los primeros
lugares en homicidios, en feminicidios, en secuestros, en extorsión, en robo al
transporte de carga y de pasajeros; la economía luce estancada en sus tres
sectores, la construcción deprimida, el campo yace sin apoyos, el turismo no
llega en la debida proporción; en salud, encabezamos las cifras en dengue, en
influenza, en Sida, en obesidad, en diabetes, en cáncer de mama y, por si fuera
poco, el desabasto de medicinas ha sido condición permanente este año. Son
inéditas las actuales circunstancias de Veracruz ¿podría estar peor que este
preocupante escenario?