Muy mala impresión causa el ministro presidente
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, al
asegurar que en su tiempo de presidente Felipe Calderón lo amenazó y
presionó para resolver a modo ciertos casos, no ha dicho cuáles. En cualquier
otro país a esa denuncia pública se le daría curso legal para iniciar una
investigación del caso. Porque, si el ministro Zaldívar resolvió casos bajo
presión política y acató la orden aún en contra de la razón legal entonces
habría actuado por interés personal, y si entonces fue susceptible de acatar una
orden presidencial nada garantiza que ahora está exento de repetir su actitud frente
otra “presión presidencial”.