- El investigador de la UV impartió la conferencia magistral “La sociedad civil en la democratización mexicana”, en la Jornada Fulbright-García Robles
- Manifestó que sólo muestra unidad en acciones de oposición a regímenes autoritarios, dictatoriales y totalitarios
Alberto Olvera Rivera impartió la ponencia “La sociedad civil en la democratización mexicana”
Claudia Peralta Vázquez
05/11/2019, Xalapa, Ver.- Al impartir la conferencia magistral “La sociedad civil en la democratización mexicana”, Alberto Olvera Rivera, investigador del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), se refirió al contexto actual que vive México y América Latina, de cambios políticos y de manifestaciones por parte de la sociedad civil, agrupación que en vez de representar unidad se observa como un campo de conflicto.
El economista ofreció esta plática a estudiantes, académicos, becarios y ex becarios del programa de la Comisión México Estados Unidos para el Intercambio Educativo y Cultural (Comexus), en el marco de la Jornada Fulbright García Robles “The art of the possible: moving beyond political barriers through Art”, realizada el lunes 4 de noviembre en la Sala Anexa de Tlaqná, Centro Cultural.
El también ex becario Fulbright indicó que éste es un tema propio de la ciencia política y de gran actualidad, dadas las circunstancias que hoy en día se enfrentan y que han generado desencanto e insatisfacción del orden político existente.
Explicó que en América del Sur, en las dictaduras militares que padeció la región en los años setenta y ochenta, la idea de sociedad civil permitía decirle a un régimen autoritario, totalitario, dictatorial, que las acciones y movimientos sociales que llevaba a cabo no pretendían tomar el poder, sino exigir el cumplimiento de los derechos ciudadanos más básicos como el de la vida.
Esta genealogía de realidad de sociedad civil siempre remite a la definición de un campo que opone a la sociedad contra el Estado.
Precisamente, dijo, en época de luchas contra el autoritarismo, la idea de sociedad civil se volvió muy poderosa porque unifica a todo el universo que está en la sociedad.
Olvera Rivera, quien es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel 3, y de la Academia Mexicana de Ciencias, dijo que en realidad la sociedad no es un todo unificado, sino que se compone de múltiples clases, grupos sociales y de muchas ideologías en su interior, religiones diversas y maneras de entender el mundo.
“La sociedad es diversidad, incluso un campo de conflicto en su interior debido a la clase de intereses y proyectos distintos.”
Una muestra de ello son los movimientos feministas que demandan el manejo libre de su cuerpo y la práctica del aborto, pero contrario a ello existen grupos que se oponen a esta acción.
Por consiguiente, decir que la sociedad civil es un conjunto de unidad es un error, pues sólo se muestra así en un momento histórico determinado, en la oposición a regímenes autoritarios, dictatoriales y totalitarios.
Es en ese momento cuando la sociedad aparece como una unidad contra un Estado que pretende su representación absoluta y niega la pluralidad a la sociedad.
Olvera Rivera comentó que en México se tuvo la idea de que la sociedad civil era virtuosa, que representaba la defensa de la libertad, de los derechos y se enfrentaba a un Estado monstruoso, lo cual explica la polarización entre una sociedad buena y un Estado malo.
Sin embargo, la sociedad civil no es la esfera de la virtud por sí misma, ya que en su seno hay todo tipo de movimientos autoritarios y conservadores, aunque también los hay progresistas que tratan de hacer una vigilancia democrática del ejercicio de gobierno.
En este sentido, reiteró que la sociedad civil ya no puede ser vista como una unidad sino como un campo de conflicto. Además, el gobierno también deja de aparecer como un monstruo y empieza a verse como un conjunto de fragmentos diversos con características buenas, progresistas y malas.
El ponente, cuyas líneas de investigación se enfocan en la teoría de la sociedad civil, innovación democrática, participación ciudadana, construcción de la democracia en México y América Latina, movimientos sociales, acción colectiva y formas de relación sociedad-Estado en México y América Latina, destacó que entre los retos del país está la construcción de un Estado democrático y funcional.
“No necesitamos salvadores de la patria, sino empoderar a la ciudadanía y no a los políticos.”
Se requiere, además, recuperar el sentido constructivo de la sociedad civil que lucha por la exigencia de los derechos de todos, así como un régimen político permeable que pueda comprometerse, expresó.
También hizo un exhorto a la participación política pública para solucionar las problemáticas actuales. “Espero que el arte también sea una de las expresiones que permitan dar pasos a la opinión ciudadana”.