- Arturo Barba Pingarrón, profesor de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, destacó que los estudiantes actuales ya no deben ser locales sino internacionales
- Esta disciplina requiere de un mayor desarrollo
Arturo Barba Pingarrón, profesor de la Facultad de Ingeniería de la UNAM
Claudia Peralta Vázquez
23/11/2019, Xalapa, Ver.- Arturo Barba Pingarrón, coordinador del Centro de Ingeniería de Superficies y Acabados, adscrito a la División de Ingeniería Mecánica Industrial de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que los egresados de esta disciplina tienen un amplio campo de oportunidad en todo lo que concierte a la ingeniería de superficies y materiales.
El funcionario universitario participó en el IX Foro Internacional de Divulgación Científica y Tecnológica (Fodicyt), efectuado en octubre pasado en la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME) de la Universidad Veracruzana (UV), con la ponencia titulada: “Influencia de los tratamientos térmicos y tratamientos superficiales en los materiales del siglo XXI”.
El propósito de dicha plática fue difundir que el tema de superficies es un área sensible de los materiales donde ocurren muchos de los procesos de deterioro, así como resaltar los esfuerzos realizados para disminuir ciertas problemáticas.
Comentó que a través de tratamientos de calentamiento y enfriamiento, se ha logrado mejorar una serie de materiales que actualmente son empleados, mientras que en otros hay importantes retos para optimizar su funcionamiento.
Apuntó que la manufactura aditiva, cuyo proceso consiste en agregar o unir materiales capa por capa, es un ejemplo de generación de materiales muy interesante; sin embargo, tiene algunas limitaciones donde la ingeniería de superficies puede contribuir a mejorarla.
Durante la ponencia, donde mostró a los estudiantes de ingeniería algunos avances, ideas y sugerencias sobre cómo enfrentar los retos en el futuro, precisó que la ingeniería de superficies está en la industria aeronáutica, automotriz, de alimentos y metal–mecánica.
Son las áreas donde frecuentemente se aplican, pues exigen a los materiales que se comporten de manera adecuada en ambientes de altas temperaturas, medios corrosivos y condiciones de desgaste. Asimismo, se busca que sean tecnologías amigables con el medio ambiente.
Barba Pingarrón, quien también forma parte del Departamento de Ingeniería y Diseño y Manufactura, dijo que la ingeniería de superficies es una disciplina relativamente joven. “Ya se sabía cromar o galvanizar, son ideas y nombres que todos hemos escuchado, pero conjuntar todos los esfuerzos que tienen que ver con modificar las superficies, es una ciencia relativamente joven y en el país requiere ser desarrollada”.
Indicó que el respaldo financiero que los gobiernos estatales y nacionales brindan a esta área es la misma que se le da a la ciencia y tecnología, “son apoyos deseables y agradables, pero pocos para todas las necesidades que existen”.
Por tanto, siempre será un reto para los investigadores buscar que se incrementen esos apoyos con la finalidad de que México esté a la altura de países como Inglaterra, España, Estados Unidos, Japón y China. Algunos otros que han tenido esfuerzos aislados son Argentina y Colombia, en Sudamérica, pero no tan intensos como los anteriores.
Expresó que sin duda los estudiantes de estas generaciones ya no deben ser locales sino internacionales, pues muchos terminarán empleándose en otras latitudes del mundo, debido al panorama que impera en nuestra nación; por lo tanto, tendrán que mirar hacia otros países tanto de Sudamérica como de Norteamérica, Europa y China.
Opinó que hoy en día, ante el mundo globalizado y el desarrollo de la ciencia y tecnología, los estudiantes y egresados deben tener un espíritu abierto a aprender, continuar preparándose y actualizarse en materia de dominio de idiomas.
Agregó que el trabajo en equipo también es fundamental en este tipo de profesiones, además de su capacitación técnica y formal del plan de estudios.
Desde su propia experiencia, dio a conocer que los jóvenes deben conocer otras manifestaciones culturales y artísticas, lo cual también los enriquecerá en la parte humana, pues los hará personas integrales, completas y útiles para ayudar al país a salir adelante.