- El investigador adscrito a la UNAM disertó en la UV
“Me aventuro a decir que parte del futuro incluye formas de estructura que no han sido familiares en este ‘archivo’ (en esto que somos y estamos dejando de hacer)”
Karina de la Paz Reyes Díaz
13/12/2020, Xalapa, Ver.- El cuerpo académico (CA) Estudios Sociopolíticos y la Maestría en Ciencias Sociales, a través del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), organizaron la plática “La política distribuida de los rebeldes del presente”, impartida por Benjamin Arditi, profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La charla se desarrolló el 2 de diciembre a través del Facebook Live del IIH-S, y fue moderada por Alberto Olvera Rivera.
Arditi habló de una forma de entender un tipo de articulación (movimientos sociales, así como heterogéneos, protestas) que se están volviendo más populares en los últimos años; para ello, situó la problemática y partió de retomar una frase de Rafael Correa, cuando tomó posesión como presidente de Ecuador, en 2007: “América Latina y el mundo no están pasando por una época de cambio, sino por un cambio de época”.
Añadió que él siempre tiene sospecha ante rupturas muy radicales, en parte por su formación. “No tomemos tan en serio esto de que es ‘un cambio de época’, pero lo que sí podemos tomar en serio es que algo está ocurriendo, no es gratis la expresión”.
Aclaró: “No es que llegue el fin de la política partidista–electoral-representativa, sino que se está reconfigurando la política representativa”.
Dos de los elementos que mencionó es el neocorporativismo, en referencia al liberal, que consiste en grupos de interés organizados como socios en la elaboración de políticas públicas; y la gobernanza.
Y un pasó más que planteó, al margen o en paralelo de los partidos: el surgimiento de formas de organización que no siguen el esquema de la “modernidad tardía”, entendida ésta en términos políticos y únicamente en función de la conocida como democracia de partidos, cuando la política se masifica con la extensión del voto (finales del XIX y mediados del XX).
“Eso es lo que está cambiando. Se están buscando maneras de estructurar las relaciones entre Juan-Pedro-María-Juan y Diego en las calles, instituciones, reuniones, que no pasan por la coordinación de partidos u organizaciones sociales. No es que estén ausentes, pero se están buscando formas de empoderamiento de la gente que no sea solamente el voto, y formas de coordinación que no sea simplemente como un director de orquesta.”
Para el académico de la UNAM no ha terminado la época del liberalismo ni de los movimientos sociales; no obstante, hay algo más complejo que está ocurriendo. “Me aventuro a decir que parte del futuro incluye formas de estructura que no han sido familiares en este ‘archivo’ (en esto que somos y estamos dejando de hacer)”, agregó.
Enseguida, su charla versó sobre un documento elaborado alrededor de 1962 por Paul Baran (quien fue un ingeniero que trabajó en proyectos para la fuerza aérea estadounidense), cuyo argumento se basa en que, para poder ser una fuerza de combate efectiva en la segunda fase de la Tercera Guerra Mundial, era necesario tener un buen sistema de comunicación, capaz de sobrevivir a un ataque nuclear soviético y ser eficaz para ganar el conflicto bélico.
“Sigo creyendo que el mundo se puede cambiar radicalmente, pero si pensamos en una representación de la totalidad en términos de nodos y relaciones entre nodos, lo que tenemos que abandonar es la creencia de que la transformación radical de un nodo va a repercutir en otro, puede que sí, pero no necesariamente (por ejemplo, la democratización del sistema de elección de autoridades de la UNAM va a repercutir en la organización de la Conferencia Episcopal Mexicana).”
Para él, ante la idea de si es una época de cambio o un cambio de época, algo ocurre, pero eso no implica que lo nuevo remplaza a lo viejo, “estamos condenados a tejer y destejer continuamente lo que es el tejido social y las formas de acción colectiva”.
En su opinión, las redes sociales han sido fundamentales para transformar la manera de pensar la acción, al menos en la medida en que reducen el costo de acceso a la espetera pública.
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