Un nuevo estudio de modelización sugiere que las pruebas basadas en el olor podrían ayudar a controlar los brotes. Pero algunos expertos se muestran escépticos de que funcione en el mundo real.
Lea el artículo en el New York Times
Un nuevo estudio de modelización sugiere que las pruebas basadas en el olor podrían ayudar a controlar los brotes. Pero algunos expertos se muestran escépticos de que funcione en el mundo real.
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