El Kremlin se anotó puntos de propaganda y apuntaló varios de sus objetivos de política exterior al ofrecer su vacuna Sputnik V en el mundo. Pero su capacidad de producción es limitada.
Lea el artículo en el New York Times
El Kremlin se anotó puntos de propaganda y apuntaló varios de sus objetivos de política exterior al ofrecer su vacuna Sputnik V en el mundo. Pero su capacidad de producción es limitada.
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