- María de los Ángeles Marcos García, de la Universidad de Alicante, investigadora de la Universidad de Alicante, España
- Dictó la ponencia “Interacciones biológicas en el control integrado de plagas”, dentro del 8º Simposio Internacional de Neuroetología
María de los Ángeles Marcos García, de la Universidad de Alicante, España, participó en el 8° Simposio Internacional de Neuroetología UV
La investigadora, quien está en el ranking de los cinco mil mejores científicos españoles, resaltó que pese a que la Biblia las cataloga como un castigo divino, la realidad no es así ya que surgen por desequilibrios poblacionales provocados por actividades del ser humano, al ocasionar la pérdida en la biodiversidad vegetal o animal de los ecosistemas
Claudia Peralta Vázquez
02/10/2021, Xalapa, Ver.- María de los Ángeles Marcos García, investigadora del Instituto de Investigación “Centro Iberoamericano de la Biodiversidad” de la Universidad de Alicante, España, ofreció la conferencia “Interacciones biológicas en el control integrado de plagas”.
En su participación virtual, el pasado 28 de septiembre dentro del 8° Simposio Internacional de Neuroetología organizado por el Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), señaló que una plaga puede ser cualquier animal que compite con el hombre por alimento, enseres, bienestar o salud.
Dentro de esta definición se incluye a las plantas invasoras y a los microorganismos causantes de enfermedades; sin embargo, destacó que el ser humano representa la principal plaga del planeta.
También se consideran plagas a las termitas de la ladera, los animales que se alimentan de los productos sembrados por agricultores, los que acaban con los enseres domésticos, los que perturban nuestro bienestar o deterioran la salud.
Si las conociéramos, sería más fácil controlarlas, dijo, pero la realidad es que no se identifican muy bien, pues son complejas, a menos que la naturaleza sea observada con mucho detenimiento.
La investigadora dictó la ponencia “Interacciones biológicas en el control integrado de plagas”
María de los Ángeles Marcos, quien está en el ranking de los cinco mil mejores científicos españoles, resaltó que pese a que la Biblia las cataloga como un castigo divino, la realidad no es así ya que surgen por desequilibrios poblacionales provocados por actividades del ser humano, al ocasionar la pérdida en la biodiversidad vegetal o animal de los ecosistemas.
Los animales forman parte de la naturaleza, de los bosques y cultivos, pero no siempre deben ser controlados. Los agricultores, por ejemplo, siempre están al pendiente de esta situación, precisamente para evitar el nivel de daño ambiental o económico.
“Cada tipo de plaga tiene sus tiempos y momentos, existen modelos e índices para poder valorar cuándo tratarlas.”
Por lo anterior, existen diferentes tipos de control de plagas: cultural, químico, biológico y parabiológico. En su conferencia, la investigadora se centró en el control biológico, pues está en la naturaleza, en los ecosistemas todavía poco alterados y en equilibrio.
Con base en sus conocimientos de entomología y control de plagas, así como de la relación insecto-planta, dio a conocer que ese control biológico puede ser manejado por el hombre, y la manera más inteligente es mediante el proceso de conservación. Es decir, se trata de alterar lo menos posible el ecosistema para evitar esos desequilibrios.
También, por manejo del hábitat, aumento de recursos florales o presas alternativas, para que cuando la plaga llegue esos elementos naturales estén en una cantidad importante y ayuden a su control.
El control biológico de las plagas es el más eficaz, siempre y cuando se evite el uso de productos químicos
El empleo de muchos de estos métodos a la vez, a lo cual se le denomina control integrado, es lo ideal, práctico y eficaz, siempre y cuando se evite la aplicación de productos químicos de síntesis, pues son los que mayor daño ocasionan al medio ambiente y a la salud humana.
Precisó que los fitófagos son aquellos insectos que provocan la plaga y dañan a la planta, se alimentan de las células vegetales, tienen diferentes maneras de aprovecharse de este organismo y lo afectan al grado de matarlo.
Sin embargo, en respuesta la planta emite olores volátiles en muy pequeñas cantidades para pedir el apoyo de sus enemigos naturales, que son los que constituyen el tercer nivel trófico; es decir, los depredadores y parásitos que llegan en su ayuda comiéndose a los fitófagos.
Son muchos los olores que se desprenden para persuadir a los fitófagos, los cuales son percibidos por los enemigos naturales.
Afirmó que el éxito del control biológico no es fácil, pero sí es posible y depende del conocimiento de las especies implicadas, de escalas temporales y espaciales, de las características de la planta huésped, y de mecanismos de comunicación química (feromonas, alomonas, kairomonas, etc.), así como del buen conocimiento de las interacciones inter e intragremiales.
La sesión fue moderada por Tamara Cibrián Llanderal, investigadora del Instituto de Neuroetología UV.