La historia de Crisantemo y Don Honesto

8 octubre, 2021 ·

Bernardo Bellizzia

Cuenta la leyenda que en un lugar rodeado por playa, lleno de vida, donde todo lo había y todo se tenía, hubo una vez un personaje de poco porte, atarantado, que divagaba constantemente, que soñaba ser alguien de grande, aunque nunca tuvo la claridad de ¿Qué? y ¿Cómo?, pero eso sí, con bastante estrella y esa estrella lo llevo a encumbrarse como el nuevo Márquez de toda la Región, su nombre Crisantemo De La Veracruz y López.

Desde niño Crisantemo tuvo un espíritu combatiente, peleaba en las calles junto a otros rebeldes sus derechos a la libertad, a los buenos gobiernos, exigía honestidad, cero corrupción, libertad de expresión, pero sobre todo una vida digna para los que menos tenían, situación que olvido una vez llegando al poder, le paso lo que a todos los que no están preparados les pasa, ENLOQUECEN. Su arribo a lo más alto y encumbrado del poder real, fue guiado y apadrinado por un personaje oscuro, gris, encantador de serpientes, mentiroso, pero muy hábil para vender sus ideas, su proyecto con el pueblo bueno y sabio que lo seguía a donde fuera y por donde fuera, su nombre Don Honesto Cacareaga y Tabasco, que a la postre llego a ser el Virrey de toda la Nueva Tierra Santa, ambos personajes de la mano gobernarían cada uno en sus tierras. 

Hasta que de pronto algo empezó a andar mal, a Don Honesto lo empezaron a despreciar, el mismo pueblo bueno que lo había puesto, que le había dado su confianza, y a Crisantemo de igual forma, la gente lo odiaba, lo repudiaba, lo detestaba, sus excesos, su falta de apoyo para los más necesitados, sus poses de diva, su falta de resultados y el verse rodeado por personajes que lejos de ayudarlo a gobernar lo traicionaban, lo desacreditaban y lo dejaban en mal con todos, le llevo a perder todo lo que en un principio tenía, la confianza del pueblo. 

Así pues, de manera desesperada Don Honesto empezó a repartir culpas por todos lados, a tratar de dividir a todo el Virreinato, a sembrar odio entre toda la población, la idea era sencilla, mientras más divididos estén más margen de maniobra tengo para seguir cometiendo errores sin que se den cuenta ya que ellos estarán entretenido en todas estas historias que YO les cuento. Y aunque usted no lo crea le funciono, lo logro, Don Honesto por un tiempo triunfo en su cometido. No así su fiel lacayo y protegido Crisantemo, que a pesar de intentar imitar lo que su amo hacia y decía, nadie le creía, es mas todos se reían de él por lo absurdo, burdo e incoherente de sus declaraciones. 

De esa manera trataron de continuar gobernando a sus pueblos, pero la gente se hartó, se fastidio, de tantas y tantas mentiras, pobreza, ruina, delincuencia, promesas y termino echándolos de sus reinos para siempre, con la promesa de que nunca más dejarían engañarse por personajes charlatanes que solo ven en el pueblo un conducto para llegar y apoderarse de todo, viendo solo por sus intereses y no los pueblo, ellos le llamaron el engaño y la decepción a manos del populismo. Y así lejos de sus pueblos, exiliados, terminaron sus vidas Don Honesto y Crisantemo.  Síganme para más historias. PD. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. 

Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com

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