En la misma pasarela que en la pandemia sirvió de centro de vacunación, princesas con plumas y alas, reyes y reinas con coronas giratorias arrastraron a los asistentes a un mundo onírico y de samba.
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En la misma pasarela que en la pandemia sirvió de centro de vacunación, princesas con plumas y alas, reyes y reinas con coronas giratorias arrastraron a los asistentes a un mundo onírico y de samba.
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