- “Actualmente las reglas del juego son otras y vale la pena alimentarlo con elementos que le den un sentido social y ético”: Bertha Alicia Ramírez, académica de Derecho
- Se ha pensado que la mujer no puede ocupar cargos públicos, hoy este argumento sería debatible, planteó la coordinadora del Seminario de Derecho Romano y Derechos Indígenas
Bertha Alicia Ramírez Arce, académica de la Facultad de Derecho
José Luis Couttolenc Soto
Fotos: Omar Portilla Palacios
22/01/2023, Xalapa, Ver.- En julio próximo se cumplen 68 años de que la mujer mexicana acudió por primera vez a la urna para emitir su voto; sin embargo, en opinión de Bertha Alicia Ramírez Arce, académica de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana (UV), es necesario nutrir ese derecho con la realidad actual, con confianza, lealtad y buena fe para darle un sentido social y ético, dotándolo así de un contenido moderno.
Recordó que, no obstante que el 17 de octubre de 1953, el presidente Adolfo Ruiz Cortines promulgó las reformas constitucionales que dieron a la mujer el gozo de la ciudadanía plena, fue hasta el 3 de julio de 1955 cuando las mujeres mexicanas acudieron por primera vez a las urnas para emitir su voto.
“Este ascenso de lugares no ha sido nada fácil para la mujer, debido a problemáticas relacionadas con los límites que el patriarcado establece pues históricamente se ha pensado que la mujer no puede ocupar cargos de alcaldesas, diputadas, gobernadoras o presidentas; hoy este argumento sería sumamente debatible y derrotable”, aseguró la actual coordinadora del Seminario de Derecho Romano y Derechos Indígenas de la UV.
Ramírez Arce destacó que uno de los derechos de la mujer que se tutela en el ámbito del área política es el de votar, pero también a ser votada, “porque ha demostrado que puede ser protagonista y ocupar cargos de elección popular, de participar en la toma de decisiones del país y desarrollarse a la par del hombre; es partícipe y promotora en otros ámbitos que de manera general no se ven”.
Refirió que en las antiguas Grecia y Roma los aspectos democráticos se vivieron de forma distinta a la época actual; en el caso concreto de México, el avance sobre este particular ha sido lento y problemático. En América Latina y algunos países europeos la lucha ha sido importante para que los derechos civiles y políticos sean tutelados.
El derecho al voto se debe nutrir con la confianza, lealtad y buena fe para darle un sentido social y ético
Bertha Alicia Ramírez recordó a Olympe de Gouges (autora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana en 1791), quien levantó la bandera en Francia a favor de los derechos civiles y políticos, pero fue acallada; sin embargo, su voz encontró eco en otros países como Inglaterra, dando origen al movimiento sufragista enarbolado por mujeres.
Reiteró que en México “se sigue la tradición del patriarcalismo, donde el poder está en manos del hombre y no se reconoce el trabajo de la mujer, pero desde las épocas revolucionarias su participación fue fundamental al lado de los caudillos, desde las trincheras, al cuidar la casa y cultivar la tierra para alimentar a sus hijos”.
Por todo lo anterior, consideró que “el derecho al voto debemos nutrirlo con la realidad actual”, concluyó la académica.