- Héctor Alberto Hoz Morales investiga el tema en su proyecto recepcional del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad Veracruzana
- Explicó que la privatización de dependencias, las reformas a pensiones y la falta de certidumbre, afectan en gran medida a los trabajadores gubernamentales
Héctor Alberto Hoz Morales
Carlos Hugo Hermida Rosales
Fotos: César Pisil Ramos
01/02/2024, Xalapa, Ver.- “En las últimas tres décadas, el empleo en el sector público en México ha sufrido un proceso de precarización, donde han desaparecido muchas prestaciones e incentivos, y los salarios disminuyeron su poder adquisitivo”, mencionó Héctor Alberto Hoz Morales, alumno del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad Veracruzana (UV).
Al exponer los avances del proyecto recepcional del posgrado citado, el estudiante del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) compartió que, de la población económicamente activa en el país, un aproximado del 10% labora en dependencias gubernamentales de los tres niveles, lo cual da una cifra de seis millones de personas.
En la segunda mitad del siglo XX, en la década de 1970, trabajar para el Estado se relacionaba con el acceso a la clase media, pues incluía seguridad social sólida, prestaciones llamativas, una jubilación digna y un salario competitivo.
No obstante, a partir de 1990 la situación cambió, debido a los virajes en su forma de organización, las reconfiguraciones estructurales en materia económica, y la transferencia de competencias y funciones administrativas del gobierno central a los estados y municipios.
El doctorante mencionó que laborar para el Estado ya no da acceso inmediato a la clase media
Héctor Hoz manifestó que, a pesar de los procesos de descentralización, al 2022 el 82% en promedio de los ingresos estatales provienen directamente de participaciones y aportaciones federales, lo cual refleja una mayor dependencia que hace medio siglo.
Agregó que la tendencia observada en la actual administración es volver a la centralización de algunas funciones, como respuesta del poder político ante un momento histórico en el que se planea construir un modelo de gobierno diferenciado del vigente hasta la segunda década del siglo XXI.
El doctorante comentó que aunque los sueldos de los trabajadores del Estado en promedio aún se encuentran por arriba del resto de la población, la privatización de sectores clave, las reformas a pensiones y la falta de certidumbre, son factores que les afectan en gran medida.
“Pese a que hace poco se legisló en contra de la subcontratación, esta práctica aún existe incluso al interior del gobierno, lo cual deja a los empleados en una situación precaria de eventualidad”, afirmó.
El estudiante enfatizó en la importancia de analizar las condiciones de los trabajadores de los tres niveles gubernamentales, pues representan un sector fundamental para la economía nacional que se debe tomar en cuenta.