- La CUO continúa con el ciclo de conferencia en el marco del Día Naranja; es el 25 de cada mes
- Con las violencias, precisamente, lo que se busca decir es cuál es el ámbito que a la mujer le pertenece, y no es el salón de clases, el caminar por las calles y hacer uso de la voz, entre mucho más
Karina de la Paz Reyes Díaz
27/09/2021, Xalapa, Ver.- En el marco del Día Naranja, Estela Casados González y Benno George Álvaro de Keijzer Fokker, de la Universidad Veracruzana (UV), participaron en la charla “Nuevas feminidades y masculinidades”, organizada por la Coordinación Universitaria de Observatorios (CUO).
Cabe recordar que en febrero de 2008, el Secretario General de las Naciones Unidas lanzó la campaña ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres y niñas, y proclamó el día 25 de cada mes como “Día Naranja” para actuar, generar conciencia y prevenir la violencia contra mujeres y niñas, un problema que repercute en todos los ámbitos de la sociedad, un grave problema de salud pública y una violación a sus derechos humanos.
La fecha se retomó del 25 de noviembre, en que se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Estela Casados, docente-investigadora de la Facultad de Antropología y responsable del Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres de la UV, planteó que hablar de feminidades y masculinidades tiene el riesgo del esencialismo.
“En el caso de las mujeres, no necesariamente el hecho de que nos construyan dentro de un mundo heteronormativo, binario, nos lleva a actuar y concebirnos como seres heterosexuales, en tanto que la heterosexualidad, el ver la vida desde la perspectiva binaria, con un gusto, deseo y amor hacia el llamado sexo opuesto, que serían los hombres, no es la única alternativa y nada tiene que ver con una naturalidad en su concepción.”
Las mujeres, remarcó, “somos sumamente diversas” y desde hace siglos hay luchas ya sea por el derecho a la educación, a votar, a decidir sobre su cuerpo e interrumpir de una manera segura y digna un embarazo. Todo esto ha llevado a que se transforme el perfil característico y quede muy lejano a lo que se puede pensar de una “esencia femenina”.
“Que haya magistradas, presidentas, gobernadoras, es un shock muy fuerte para nuestra sociedad, porque aludiendo a la ‘esencia femenina’, se supone que las mujeres debemos estar en nuestra casa, reinando el hogar, haciendo los trabajos de cuidado, pariendo hijos y siendo muy felices por ello.
”Por supuesto que es una fuente de felicidad infinita para muchas mujeres, pero simultáneamente hay otras fuentes de felicidad que nos conforman como seres humanos plenos.”
Con las violencias, precisamente, lo que se busca decir es cuál es el ámbito que a la mujer le pertenece, y no es el salón de clases, el caminar por las calles y hacer uso de la voz, entre mucho más.
En su opinión, debemos reflexionar cómo configuran experiencias de vida diversas, atravesadas por ejes de diferenciación, situaciones específicas; cómo eso para sobrevivir, aportar y hacer dentro de una sociedad, construye otras mujeres, diversas, que no caben dentro de la idea de la “esencia femenina” y cómo eso implica un desgaste, porque también hay que cumplir en el hogar y ser eficiente como trabajadora.
De ahí que se viva en bipolaridad con contenidos de orden patriarcal y la violencia está presente. Así, para la académica, más que hablar de feminidades y masculinidades, “habría que hablar de los nuevos retos a los que nos enfrentamos las personas, no olvidemos a las no binarias”.
El gran tema, para ella, es observar cómo nos construimos como personas, lejos de la llamada “dictadura heteronormativa”.
Mientras Benno de Keijzer, investigador del Instituto de Salud Pública y docente en la Maestría de Estudios de Género de la UV, también retomó el título de la charla, específicamente abundó en el término “nuevas” feminidades y masculinidades.
“Reconozco esta necesidad social de que los hombres nos renovemos, más bien que avancemos hacia masculinidades igualitarias, pero también puede esconder la idea ‘asistí a un taller de masculinidades y ya soy hombre nuevo’.”
Para él, más que asumirse como un nuevo hombre retomó los resultados de un tesista, Félix Nava, en torno al tema: el que escucha, se adapta a los cambios, entiende y acepta diversas situaciones de pareja, es flexible, expresa con claridad sus deseos, se da espacio para sí mismo, comunica lo que siente, está dispuesto a aprender, puede cambiar de opinión, conversa y retroalimenta.
Otros temas de los que hablaron, en la sesión de interacción con el público, son los retos que en la materia tienen las universidades en sus espacios, y cómo enfrentar y deconstruir los conceptos milenarios sobre masculinidad, feminidad y homofobia transmitidos por la biblia en una Latinoamérica católica.
La charla de los académicos de la UV se desarrolló el viernes 24 de septiembre por el Facebook Live de la CUO, entidad universitaria coordinada por José Othón Flores Consejo, quien estuvo presente. Fue moderada una integrante de la coordinación, Aline Román Morales.