- Por la complejidad y dimensión de los acontecimientos históricos ocurridos dentro de su territorio y la variedad étnica que posee, aseguró el investigador del IIH-S de la UV
Bernardo García Díaz
Carlos Hugo Hermida Rosales
Xalapa, Ver., 05/06/2017.- Bernardo García Díaz, integrante del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), aseguró que por la complejidad y dimensión de los acontecimientos históricos ocurridos dentro de su territorio y la variedad étnica que posee, Veracruz tiene por sí mismo la historia equivalente a la de un país entero, lo que lo vuelve un campo fértil para toda clase de investigaciones.
Así lo expresó el pasado 26 de mayo en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades, en el marco de los festejos de los 60 años de fundación de la Facultad de Letras Españolas.
El también Doctor en Historia destacó que esta disciplina es de suma importancia en los tiempos aciagos de crisis económica e inseguridad por los que atravesamos, ya que nos muestra un pasado formidable pero no perfecto, el cual podemos comparar con lo que sucede en la actualidad y de allí sacar el aplomo para superar los problemas y retos por venir.
“La historia nos enseña que el pasado no siempre fue una cosa maravillosa, ya que en muchas ocasiones fue complicado, violento y lleno de carencias”, manifestó.
Al hablar sobre una de sus publicaciones más recientes, García Díaz enunció que el son jarocho encontró el punto ideal para proyectarse en Tlacotalpan. “El fulgor adquirido por este lugar en las postrimerías del siglo XX está íntimamente ligado a la revitalización de este género musical regional; a la vez que en este periodo, el son jarocho encontró en la ciudad ribereña su capital, y su más idóneo y espectacular escenario”, expresó.
El investigador aseguró que la cultura veracruzana no puede entenderse sin voltear hacia el Caribe, ya que forma parte de él; añadió que una muestra de ello es este pueblo abrazado por el río Papaloapan y cuyo nombre significa “tierra partida”, pues su arquitectura, música, vestimenta e incluso gastronomía tienen una fuerte influencia caribeña.
Mencionó que la ciudad de Tlacotalpan es afortunada por haberse desarrollado a un costado del caudaloso afluente que ha dejado huella en sus pobladores, al ser una de sus principales fuentes de sustento, aunque esto también ha representado en ocasiones una desgracia.
“Debido al cambio climático agravado cada vez más por la acción humana, los huracanes son más salvajes y entran con más fuerza en la región, lo cual ya ha originado que Tlacotalpan quede en más de una ocasión cubierto parcialmente por el agua.”
Bernardo García comentó que el auge del ferrocarril en México que fue motivo de progreso para muchas regiones, no lo fue así para Tlacotalpan, ya que las vías férreas fueron el principal sepulturero del comercio pluvial de la ciudad y provocaron su decadencia económica.
No obstante explicó que gracias a ello la ciudad aún luce como las poblaciones de finales del siglo XIX y principios del XX, hecho que le valió que su centro histórico fuera declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1998.
El investigador mencionó que pese a que las festividades de Tlacotalpan son una parte representativa de su historia, han sido desvirtuadas por gobernantes y medios de comunicación, lo cual ha hecho que pierdan gran parte de su esencia y el carácter de fiesta del pueblo que tenían.
“Tlacotalpan es hermosa con la fiesta, pero sin la fiesta lo es más”, concluyó.