- Algunos de los niños beneficiados
- Se entregaron juguetes y zapatos
- Algunos de los niños beneficiados
- También se entregaron zapatos a su medida
Alma Martínez y Aracely Hernández
19/01/2018, Boca del Río, Ver.- Con motivo del Día de Reyes, la Universidad Veracruzana (UV) entregó juguetes y zapatos a 132 niños de tres escuelas populares, lo que de inmediato desató las sonrisas, saltos de júbilo y abrazos por parte de los pequeños.
Como parte de las campañas “Apadrina una carta” y “Dona un juguete”, impulsadas por el Voluntariado de la UV, académicos, jubilados y personal administrativo de la región Veracruz se sumaron a la donación para hacer felices a los niños de escasos recursos económicos, expresó Lorena Nevero Arriola, encargada regional de las campañas.
Marisa Saba Valerio, directora de dos de las escuelas beneficiadas, comentó que desde hace 3 años la UV ha apoyado a niños de escasos recursos y durante ese tiempo ha sido testigo de la emoción de los pequeños, desde que realizan sus cartas hasta el momento en que reciben sus regalos.
“Cuando se les pide que hagan una carta a los Reyes Magos es increíble ver la creatividad y lo que hay en sus cabecitas, cómo a través de un dibujo logran expresar lo que desean de regalo”, señaló la Directora.
Añadió que es sorprendente ver la cara de felicidad de los niños cuando abren sus regalos, puesto que no todos han tenido la oportunidad de recibir en sus casas los obsequios de los Reyes Magos.
La entrega de la donación universitaria fue dirigida por Lorena Nevero y la coordinadora de la Brigada de la Casa del Manglar, Nayeli Morales Barradas, acompañadas por el personaje Winnie Pooh que fue el centro de atención de los pequeños.
Después de una dinámica los niños esperaban impacientemente el juguete deseado que se convertiría en una realidad.
Nayeli explicó a los pequeños: “Los Reyes Magos hicieron una parada en la UV y dejaron los regalos que ustedes pidieron y que hoy nosotras venimos a entregarles”. Los niños aplaudieron, gritaron y brincaron de emoción mientras escuchaban sus nombres y recibían el regalo prometido.