- El reportero presentó el documental El valiente ve la muerte solo una vez, que retrata el lado humano del empresario y cazador neoleonés, quien defendió hasta la muerte su propiedad del crimen organizado
Diego Enrique Osorno pre-estrenó su documental más reciente en la UV
Carlos Hugo Hermida Rosales
03/05/19, Xalapa, Ver.- Diego Enrique Osorno, reportero, escritor y documentalista, enunció que Alejo Garza Tamez –empresario y cazador neoleonés que falleció al enfrentarse a miembros del crimen organizado que intentaron despojarlo de su rancho–, es sólo una de las miles de víctimas que ha tenido el país en medio de la crisis de violencia por la que atraviesa en los últimos años.
El autor de una biografía sobre el empresario Carlos Slim, presentó el documental El valiente ve la muerte solo una vez, el 26 de abril en el Aula Clavijero de la Universidad Veracruzana (UV). Esta proyección ocurrió dentro del programa “Tendiendo puentes por la paz”, coordinado por Esther Hernández Palacios, del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias.
El documentalista relató que este filme retoma la leyenda del personaje legendario de Don Alejo, lo humaniza y retrata como una persona que toma una decisión drástica ante el abandono del Estado.
“Aunque ya existen muchas películas de ficción inspiradas en este hecho, no son fieles al describir el lado humano de un personaje como él”, declaró.
El reportero compartió que esta exhibición fue un pre-estreno de su filme, ya que planea estrenarlo hasta julio. Comentó que la decisión de proyectarlo en la UV se debió a que desea colaborar con una de las principales labores de la academia, que es documentar la realidad de su tiempo.
Esther Hernández afirmó que Enrique Osorno es una persona con mucho reconocimiento nacional e internacional, quien lleva encima un trabajo de muchos años como periodista y documentalista.
Destacó la importancia de que el filme exhibido aborde el tema de la violencia, problema que tiene atrapado al país desde hace muchos años.
La investigadora mencionó que la academia debe continuar con el apoyo a la proyección de cortometrajes que no llegan a las salas comerciales, así como fomentar al análisis y diálogo en torno a ellos.